RDD-N21-Marzo-2021

28 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 21 - MARZO 2021 Desde aquí se utilizará, para sim- plificar y referirnos a este modelo complejo que presenta varias acep- ciones y modificaciones, el término ECD o MECD, puesto que resume de manera óptima el significado del modelo original y además es el término más conocido en la produc- ción científica de habla hispana. ¿Qué es el modelo de enseñanza comprensi- va del deporte? El MEDC es uno de los principa- les modelos pedagógicos básicos o consolidados, junto con otros mode- los como el Aprendizaje Cooperativo, la Educación Deportiva y el de Res- ponsabilidad Personal y Social (Fer- nández-Rio, Hortigüela y Pérez-Pue- yo, 2018). Según Metzler (2017) los modelos pedagógicos o de enseñanza son una visión de la enseñanza que conside- ra simultáneamente las teorías del aprendizaje, las metas de aprendizaje a largo plazo, el contexto de apren- dizaje, el contenido abordado, la di- rección de la clase, la verificación del proceso y la evaluación del alumnado. El MECD es un modelo pedagógico que pretende enseñar los principios básicos de cada deporte para que los alumnos puedan entender real- mente su estructura, táctica y las habilidades necesarias para reali- zarlo (Bunker y Thorpe, 1982). Por lo tanto, se trata de un modelo que persigue presentar contextos simila- res al juego definitivo, bien en forma de juegos modificados, bien en situa- ciones globales relacionadas con el juego real, con el fin de que el discen- te comprenda la importancia de los componentes tácticos de cada depor- te durante su práctica u observación. Características y obje- tivos del MECD Entre las características que con- forman a este modelo, destacamos algunas de las más relevantes (Abad, Benito, Giménez y Robles, 2013; De- vís y Peiró, 2019): 1.Da prioridad al alumnado, ya que persigue plantear tareas que le sean significativas (relacionadas con aprendizajes previos) y estén en su zona de desarrollo próximo (con una dificultad que permita afrontar la ta- rea con cierta garantía de éxito). 2.Incide en el pensamiento táctico y en la capacidad para hablar sobre lo que ocurre durante el desarrollo del juego con lenguaje apropiado. 3.Tiene al juego modificado como principal herramienta de aprendi- zaje y motivación. 4.Coloca a la táctica en un papel protagonista dentro del proceso de e-a, sin embargo, no rechaza la técnica, sino que la integra, de modo que posibilita un aprendiza- je más globalizado. 5.Persigue que el deportista/alumno no solo ejecute gestos técnicos correctamente, sino que también tome decisiones durante el juego y adquiera conocimientos básicos del deporte que se practique. Por su parte, las metas u objeti- vos del MECD, las cuales son a largo plazo como característica fundamen- tal de los modelos pedagógicos, son los siguientes: • Formar al alumnado en múltiples categorías deportivas, clasifica- das en función de sus principios tácticos. • Educar a jugadores capaces, es decir, que sepan aplicar sus co- nocimientos en cada contexto o problema de juego en el que estén inmersos. • Enseñar a los alumnos para que, progresivamente, sean autóno- mos respecto al entrenador o al docente. • Formar a jugadores perspicaces, es decir, que reconocen la proble- mática de juego en la que están y eligen las decisiones adecuadas a la misma y a sus capacidades. • Educar a espectadores cultos (aquellos que comprenden la pro- blemática táctica del deporte, algo que permite disfrutar más de su observación). ¿Porquésediseñóelmo- delo de enseñanza com- prensivadeldeporte? Como adelantamos, el MECD tiene su origen en el modelo TGfU, el cual fue diseñado por Bunker y Thorpe con el fin de superar las limitaciones de una enseñanza centrada en las habilidades técnicas, especialmente en el aprendizaje y la motivación del alumnado (Sánchez Gómez, 2015). Así pues, las grandes carencias ob- servadas en el enfoque tradicional se intentaron contrarrestar con las aportaciones del TGfU (Díaz del Cue- to y Castejón, 2011). En tales circunstancias, las sesiones repetitivas y aburridas, que alejaban al alumnado de los juegos deporti- vos, especialmente a las chicas y a las personas menos hábiles, provo- caron la exploración de un modelo alternativo (Úbeda-Colomer, Mon- forte y Dévis, 2017). Por todo ello, se llegó a la consi- deración de un modelo que persi-

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