RDD-N33-Marzo-2024

36 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 33 - MARZO 2024 tablecer relaciones entre los diferentes contenidos y a transformar la información recopilada en su propio conocimiento (Hernández y Ventura, 1998). Además, trabajar por proyectos se encuentra estrechamente relacionado con el desarrollo de las habilidades comunicativas (hablar, escuchar, leer y escribir), las cuales son un objetivo clave a lo largo de todas las etapas de la educación obligatoria. El docente provoca una situación, en la que los alumnos son los responsables de llevar a cabo una investigación, para la cual necesitan: leer comprendiendo, saber transmitir la información de forma clara a sus compañeros (tanto de forma escrita como de forma oral) y escuchar para adquirir información. Se trata, pues, de una metodología en la que, en contraposición al modelo educativo que predomina (el cual únicamente permite la expresión de las personas en ámbitos coloquiales), es necesario que los alumnos se comuniquen constantemente y combinen las cuatro habilidades para alcanzar sus objetivos. En relación con todo lo anterior y según Mendoza (2003), el objetivo principal del docente debe ser que los alumnos desarrollen habilidades que les permitan comprender cualquier texto y situación. Además de crear hábitos de lectura y aprender a expresarse con libertad y, por supuesto, de forma correcta. A continuación, detallaremos cada uno de los pasos que ayudarán a nuestros alumnos a conseguir los objetivos anteriormente mencionados. Es importante destacar que estas tareas pueden y deben variar en función de las características del grupo clase, del tiempo que disponemos, etc. Elección del tema En primer lugar, se realiza una votación para deliberar qué es lo que se quiere estudiar en el aula. Los alumnos deben argumentar en todo momento la razón de su elección, que no se puede basar en un “porque nos gusta”, sino en la relación con los proyectos que se han realizado anteriormente que permitirán establecer conexiones. Este procedimiento se puede realizar de dos formas igualmente válidas: o bien el profesor propone algunos temas que cree que pueden interesar a su alumnado, o los niños libremente seleccionan los temas que quieren trabajar. La primera forma es la más recomendada para los cursos de niveles más bajos, mientras que la segunda nos puede dar mejores resultados con alumnos de más nivel. Para que este paso se lleve a cabo con éxito, es necesario crear un ambiente de comunicación en el aula, donde la distribución de las mesas permita que todos puedan mirarse a la cara mientras conversan y se acostumbren, de esta manera, a hablar delante de un grupo y a escuchar. En el caso de Infantil se puede realizar en la asamblea (que se suele realizar en la alfombra, sentados en círculo) y en Primaria, la distribución de las mesas en V sería una buena opción, ya que permite que todos se puedan ver y oír con facilidad. Planificación del proyecto El profesor pregunta a los estudiantes qué saben sobre el tema y los deja hablar sin interferir en la conversación ni hacer correcciones, pero tomando nota de todo lo que dice cada uno de ellos. Una vez hayan comentado y discutido todo lo que saben, el maestro vuelve lanzar otra pregunta: “¿Qué queréis que aprendamos?”. Por supuesto, en este punto el docente deberá ayudar a sus alumnos si lo cree conveniente, ya que en ocasiones no conocen las posibilidades que el tema puede dar de sí. Ésta es una buena forma de conocer los conocimientos previos de los alumnos y el primer paso para comenzar a programar las actividades que se realizarán en las próximas sesiones. Los docentes se basarán en los comentarios y preguntas que hagan los niños sobre el tema para planificar las futuras actividades. Planificación Es muy recomendable que, entre todos, se elabore un mapa conceptual con todo lo que han dicho los alumnos y lo que quiere el profesor que aprendan. Una vez terminado, se colgará en un sitio visible de la clase, de tal manera que conforme vaya avanzando el proyecto, todos puedan comprobar si se están cumpliendo los objetivos y poder apreciar en un simple golpe de vista todo lo que abarca el proyecto. Con los alumnos más mayores la tarea del mapa conceptual se puede desglosar. Es decir, en primer lugar, cada niño de forma individual reflexiona sobre el proyecto y elabora un índice con todos los puntos que cree que se deberían estudiar en clase. Después, se hace una puesta en común y se elabora un mapa conceptual final con todas las ideas. Sin embargo, con los niños de Infantil se suele hacer entre todos de forma oral. Estas diferencias entre alumnado de Primaria y de Infantil se deben a que las primeras habilidades comunicativas que desarrolla el ser humano son escuchar y hablar. Sin embargo, leer y escribir correctamente requieren del dominio de destrezas y habilidades lingüísticas más complejas que se suelen adquirir a una edad más avanzada (Jover y García, 2009). Al hilo de lo anterior cabe destacar que, aunque unas habilidades se desarrollen antes que otras, todas están relacionadas entre sí y, por tanto, la mejora de una de ellas puede repercutir en otra (López y Encabo, 2001). Informar a las familias El siguiente paso es siempre informar a los padres de lo que se va a trabajar y pedirles colaboración. Es increíble la cantidad de material que pueden traer los niños de casa, libros, vídeos, revistas, juegos, etc. Cualquier cosa relacionada con el tema puede ser de utilidad. En ocasiones muchos padres se ofrecen voluntarios para dar una charla o proponen realizar al-

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