RDD-N38-Septiembre-2025

25 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Hacen deberes porque les obligan, porque si no sus padres les castigarán y los profesores les reñirán delante del resto de sus compañeros. Los entrenamos, por lo tanto, a hacer cosas desagradables, a “apretar los dientes y aguantar”, no para lo que implica la verdadera responsabilidad, y esto es, al menos para nosotros, ser capaces de entender que están a cargo de algo importante y que de sus decisiones dependerá el futuro de ese “algo”, además de saber aceptar las consecuencias de estas decisiones y aprender de ellas para futuras ocasiones. • Saber administrar su tiempo: Será difícil que esto ocurra debido a dos razones. En primer lugar, porque por lo general son los padres quienes eligen y controlan cuándo hacen sus hijos los deberes, y en segundo lugar, porque si los alumnos carecen de esta capacidad, el principal efecto de los deberes será hacerles sentir ansiosos e incompetentes. Pocos de nosotros creemos que lanzar a los niños al fondo de la piscina les enseñe a nadar. ¿Por qué entonces creemos que dar a los niños unmontón de tareas para hacer en un tiempo limitado les va a proporcionar los medios para aprender a organizarse? • Crear una vía de comunicación familia-escuela: Es inquietante pensar que el medio para que las familias y las escuelas se comuniquen sea mandar deberes a los niños. ¿Deben los niños, a expensas de su tiempo y opinión, realizar unas tareas sin ninguna prueba empírica de beneficio para que sus familias y el centro educativo puedan comunicarse? Y ¿no existen otros medios para dicha comunicación? El porqué de la creencia arraigada de los deberes como algo beneficioso La defensa a ultranza de los deberes por parte de la comunidad educativa es, en parte, debida a la más que arraigada costumbre de aceptar aquello que se ha venido haciendo durante “toda la vida”, acompañada además de una falta de actitud crítica, analítica y objetiva, por no hablar de la mala interpretación de los estudios científicos. Kohn (2006) señala tres principales ideas que pueden ser las causantes de la sólida creencia de los deberes como algo positivo y altamente recomendable, reflejando además el aparente desconocimiento sobre cómo aprenden los niños. En primer lugar, la creencia de que más tiempo implica más y mejor aprendizaje. Puede que más tiempo realizando ejercicios y memorizando sí implique más y mejor aprendizaje si entendemos este como los buenos resultados obtenidos en los exámenes (casi siempre diseñados para comprobar si el alumno ha realizado los deberes que se le han mandado y/o ha memorizado correctamente la información del libro). Sin embargo, si entendemos el aprendizaje como algo verdaderamente significativo, es decir, como algo que cale en ellos, que guarden después de haber realizado el examen, que les ayude a afrontar la vida siendo críticos, creativos y mejores ciudadanos y que les ayude a ser capaces de tomar decisiones por sí mismos, entonces más tiempo no garantiza por sí solo que el aprendizaje tenga lugar. Los deberes y tareas para casa “ “El tiempo es necesario para el aprendizaje, pero aumentarlo más y más no tiene repercusiones positivas en cuanto a la calidad del aprendizaje se refiere Nº 38 - SEPTIEMBRE 2025

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