RDD-N38-Septiembre-2025

34 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Contextualización El centro educativo es el lugar en el que el alumnado dedica la mayor parte de su tiempo, por ello los docentes no solo somos responsables del aprendizaje de contenidos, sino también de su desarrollo emocional, social, comunicativo y lingüístico. No es posible avanzar con la idea de querer cambiarles, solo podremos hacerlo modificando el entorno, materiales y nuestra forma de mirarles, de hablarles, de creer en ello. Se ha demostrado que el 90% de niños y niñas con discapacidad auditiva pueden aprender a comunicarse de forma oral, también a leer y escribir, pero ¿cómo? Antes de profundizar en ello, es importante saber que la discapacidad auditiva no constituye un grupo homogéneo. Las diferencias individuales en cuanto a la edad de aparición de la pérdida auditiva, el tipo y grado de pérdida, el acceso precoz a dispositivos auditivos y el tipo de estrategias de comunicación familiar (Castro, 2003) hace que su adquisición y desarrollo sean diferentes, afectando o favoreciendo en su interacción y su posterior desarrollo social y de aprendizaje. Una de las grandes creencias de la sociedad es que los sordos no pueden hablar, no obstante, una gran parte de niños con discapacidad auditiva pueden aprender la lengua oral si son expuestos a ella de manera adecuada. Su lenguaje dependerá de la calidad y cantidad de interacciones lingüísticas. Además, una atención y detección temprana va a favorecer también la adquisición de la lectoescritura, de herramientas cognitivas y sociales durante la escuela (Drasgow, 1998). Para una adecuada adquisición y desarrollo del lenguaje oral en este alumnado ha de existir un entrenamiento en conciencia fonológica con el apoyo de palabra complementada o lengua de signos, lo que favorecerá su posterior aprendizaje lectoescritor (Domínguez, 2009). Hace muchos años se creía que la comunicación en lengua de signos perjudicaría el aprendizaje de la lengua oral, pero esto no está evidenciado, lo que sí se ha podido comprobar es que la gramática de la lengua de signos puede ayudar al aprendizaje lectoescritor y su aprendizaje temprano es predictor de un futuro éxito académico. Terminología La Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS), define la sordera como la pérdida o anormalidad de una función anatómica y/o fisiológica del sistema auditivo que tiene su consecuencia inmediata en una discapacidad para oír, lo que implica un déficit en el acceso al lenguaje oral. Además, es importante tener en cuenta Discapacidad auditiva en el aula “ “El 90% de niños y niñas con discapacidad auditiva pueden aprender a comunicarse de forma oral, también a leer y escribir Nº 38 - SEPTIEMBRE 2025

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