50 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Discapacidad auditiva en el aula lidades metafonológicas y promover desde los inicios de la escolarización el desarrollo de la conciencia fonológica, potenciar el desarrollo lingüístico en estos niños/as cuya habilidad se ha demostrado esencial como requisito previo a la lectoescritura. Todo ello está respaldado por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU, 2006), que indica que los sistemas educativos deben eliminar las barreras físicas, comunicativas y actitudinales que impiden la plena inclusión de las personas con discapacidad. Moreno (2015), recalca que las estrategias y metodológicas aplicarse deben ser impartidas por docentes capacitados. Por ello, se debe contar con especialistas en audición y lenguaje, cuyo perfil cubre estas premisas, ya que para que el proceso didáctico sea efectivo en el caso de estudiantes con discapacidad auditiva es necesario que los docentes apliquen métodos, técnicas y estrategias flexivas, innovadoras y actualizadas que permitan alcanzar los logros del aprendizaje. Relato autobiográfico Para finalizar nuestra exposición, plasmamos, ahora, la vivencia de María (nombre ficticio). Ella relata su vivencia como alumna e hija con discapacidad auditiva severa con una pérdida bilateral. Me llamo María, y al año y medio de nacer mi madre ya sospechaba que algo me pasaba: no me alteraba con los ruidos, no atendía a los sonidos, no articulaba una palabra en condiciones. Aunque mi diagnóstico haya sido de “pérdida auditiva”, yo no he sentido que haya perdido nada, simplemente he considerado como una condición natural el hecho de aislarme de sonidos. En mi familia se trató con cierta preocupación, no había referentes en el entorno familiar de personas que tuvieran sordera y mucho menos información de cómo llevar el proceso y acompañamiento. Lo hicieron lo mejor que pudieron. La primera recomendación del otorrino fue tener una logopeda a mi disposición pagado del bolsillo de mis padres, y el resto… “hacer vida normal”. Normalizando una situación que para nada se podía sostener sin ayuda. A los 2 años me pusieron audífonos: un par de armatostes en mis oídos que hacían que los sintiese tan pesados que creía que se me caían las orejas. Recuerdo tener la sensación de cogerme las orejas y ponerlas en su sitio. A partir de ahí mi mayor ocupación fue desarrollar el lenguaje hablado, pronunciación, proyección vocal, entender “ “Los maestros de Audición y Lenguaje pueden elaborar y poner en práctica programas específicos para la adquisición temprana de habilidades metafonológicas. Nº 38 - SEPTIEMBRE 2025
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