68 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Poco a poco se consigue ir avanzando y es en el año 1990, cuando la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), incorpora por primera vez, en una normativa no específica de educación especial, los conceptos de normalización e integración, así como las necesidades educativas especiales. Toda esta normativa no ha sido la única que ha permitido allanar el camino hacia la educación inclusiva, pero sí la más relevante a nivel nacional, así como la que ha supuesto los hitos de mayor relevancia. De esta forma, si se continúa el orden cronológico, a nivel nacional la Ley Orgánica de Educación (LOE), donde en su artículo 72 se establecen los recursos para garantizar la inclusión de todo el alumnado. Como se puede comprobar, la evolución en lo que a inclusión educativa se refiere ha sido notablemente lenta. Se puede partir de la siguiente reflexión: en 1948 ya se era consciente del derecho de todas las personas a recibir una educación, pero ¿qué clase de educación? Una educación diferente, en la que no tenían derecho a estar escolarizados en centros ordinarios con otros niños y niñas y esto, desafortunadamente ha sido así hasta hace relativamente bien poco, por lo que este ralentí al que ha ido evolucionando la educación en su conjunto, ha provocado una exclusión de las personas con necesidades que se extendía más allá de las aulas. Por este motivo, resulta crucial pararse un momento a pensar sobre formas de favorecer y avanzar hacia la verdadera y efectiva inclusión educativa, salir del ritmo vertiginoso al que avanza el tiempo y detenerse en nuevas formas de educar y de trabajar, y esto solo se consigue con motivación, con formación y con recursos. Afortunadamente, desde el año 2006 se ha avanzado todo lo que no se consiguió avanzar en más de 50 años, y desde entonces parece que el foco sí que se ha puesto sobre la inclusión. De hecho, en la Agenda 2030 sobre los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, se encuentra en el objetivo número 4, la educación inclusiva. Hasta aquí, se ha profundizado en la inclusión educativa a lo largo de su recorrido histórico. Sin embargo, también conviene señalar el estado actual del concepto y el punto concreto en el que se encuentra. Así, la Ley Orgánica 3/2020 de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006 de 3 de mayo de Educación (en adelante LOMLOE), enfatiza la inclusión educativa y, además, se introduce por primera vez el concepto de Diseño Universal de Aprendizaje (en adelante DUA), que se encuentra profundamente relacionado con la inclusión. De hecho, no resultaría correcto en este artículo hablar de inclusión educativa sin hacer una mención especial al Educación inclusiva y aprendizaje basado en el juego Nº 38 - SEPTIEMBRE 2025
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