RDD-N38-Septiembre-2025

83 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 climas inclusivos y constituyen la base sólida sobre la que se construye la inclusión en los ambientes escolares. La solidaridad y el respeto mutuo hacen que los alumnos trabajen e interactúen entre sí desde la confianza y ayudándose los unos a los otros sin tener en cuenta las diferencias individuales entre ellos. El aprendizaje emocional resulta también una pieza fundamental dentro de la inclusión educativa ya que, hace que el alumnado tome conciencia de sus propias emociones, las regule y lo que es incluso más importante, que tome conciencia también de las emociones de los demás para que mantenga relaciones positivas con su entorno, lo cual lógicamente, también contribuye a un clima inclusivo. Por último, la convivencia podría considerarse como el resultado de combinar todos los constructos anteriores (solidaridad, respeto, aprendizaje emocional), y derivados de ellos, surgiría una convivencia escolar positiva en los centros educativos. Este punto es especialmente importante en el contexto escolar hasta el punto de que, en todos los centros se cuenta con un plan de convivencia que regula las normas de comportamiento y conducta dentro de los colegios. Hasta aquí, se han ido comentando los resultados positivos que se han ido encontrando tras el análisis de los diferentes artículos de la muestra, tras la implementación de la metodología ABJ para conseguir la inclusión educativa. Entre estos resultados positivos, se han encontrado características positivas que se pueden considerar de carácter individual en cada persona (autoestima, motivación, solidaridad, respeto, entre otros). Sin embargo, hay un aspecto que va más allá de cada uno como individuo, y que implica a algo mucho más amplio, esto es, un colectivo, y que hace referencia a la sensibilización. Así, los autores Abellán y Mantilla (2022), encontraron que con el uso de una serie de juegos cooperativos en el que participaran todos los estudiantes en la clase de educación física en primaria, los estudiantes mejoraban sus actitudes hacia la discapacidad, fomentando así la sensibilización hacia la inclusión educativa. Por otro lado, la autoestima y el autoconcepto también han sido elementos que se han visto favorecidos, tal y como ha demostrado la intervención realizada por el estudio de González et al (2021). Con respecto a este estudio, conviene remarcar que se trata de una intervención realizada a una sola alumna que presenta dislexia. Las conclusiones a las que llegaron era que tras la intervención se obtuvieron buenos resultados con una mejora significativa en el aprendizaje de la alumna. Sin embargo, aunque se incluían algunos juegos lingüísticos en el tratamiento, éstos eran una mínima parte de la intervención, y el resultado se debió más a una combinación del trabajo de las familias, docentes y terapeutas. Por último, también se han encontrado resultados que parecen optimizar el pensamiento creativo del alumnado cuando se hace uso del ABJ dentro del aula. Aunque en un principio, pueda parecer que el pensamiento creativo es un elemento que permanece al margen cuando hablamos de inclusión, esto no es del todo Educación inclusiva y aprendizaje basado en el juego Nº 38 - SEPTIEMBRE 2025

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