RDD-N30-Junio-2023

19 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 30 - JUNIO 2023 Desde el punto de vista escolar se entiende el ambiente como una estructura de cuatro dimensiones claramente definidas e interrelacionadas entre sí (Fig. 1): • Dimensión Física: ¿Qué hay en el espacio y cómo se organiza? • Dimensión Funcional: ¿Para qué se utiliza y en qué condiciones? • Dimensión Relacional: ¿Quién y en qué condiciones? • Dimensión Temporal: ¿Cuándo y cómo se utiliza? Teniendo en cuenta lo que entendemos como ambiente de aprendizaje, los cinco criterios que hacen que éste se constituya en un espacio educativo significativo son: • Situaciones estructuradas, alrededor de objetivos centrales y metas específicas. • Situaciones intensivas, que exija la resolución de problemas relacionados con metas de la cultura. • Situaciones extensivas, que permitanmanipular la complejidad de las metas en el tiempo, es decir, que los agentes educativos logren observar y diagnosticar el conocimiento que los niños logran durante la repetición de esas actividades, para saber si logran los objetivos planteados y las metas propuestas. • Situaciones que favorezcan contextos complejos de interacción. • Situaciones generativas, que exijan el uso de variadas y múltiples competencias. Considerando las cuatro dimensiones del ambiente de aprendizaje y todo lo expuesto anteriormente, entendemos los espacios educativos como un elemento curricular más, con una importante fuerza formativa. Propuesta práctica sobre la disposición espacial en el aula El centro y el aula constituyen un espacio social de interacción y participación, un contexto natural privilegiado donde se adquieren recursos para el desarrollo personal y social de quienes conviven en dicho espacio. Siguiendo a Miralles e Izquierdo (2015), la disposición espacial debe: • Proporcionar oportunidades de vinculación a distintos grupos sociales. • Posibilitar el aprendizaje y práctica de las reglas que rigen la convivencia. • Permitir el reconocimiento de costumbres, señas de identidad, cultura, etc. • Favorecer el desarrollo de competencias vinculadas con las ciencias. Para identificar los aprendizajes que el alumnado de Educación Infantil debe realizar en el ámbito de habilidades sociales y planificar su tratamiento, se deben organizar los contenidos en torno a ejes vinculados directamente con la organización del aula y con las tareas de la vida diaria, para que el alumnado de los niveles iniciales se acerque al conocimiento social y cultura de manera natural y constructiva. Se propone, como elemento indispensable en el desarrollo de contenidos, que se establezca de manera estable una organización del tiempo y del espacio a través de rutinas, y Rincones de Aprendizaje (en adelante, RA). Los RA, junto con los talleres y las rutinas, se basan en un planteamiento de la práctica escolar colaborativa y que se opone a la pedagogía tradicional. Los rincones son espacios organizados donde los niños, en grupos poco numerosos, realizan pequeñas investigaciones, desarrollan sus proyectos, manipulan, desarrollan su creatividad a partir de las técnicas aprendidas en los talleres, se relacionan con los compañeros y con los adultos y satisfacen sus necesidades. Persiguen el desarrollo de una metodología basada en la libertad de elección, en el descubrimiento y en la investigación. Organizar la clase por rincones es una estrategia metodológica que hace posible la participación activa del niño en la construcción de sus conocimientos (Torio, 1997). Fig.1. Dimensiones Ambiente de Aprendizaje.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTY1NTA=