RDD-N33-Marzo-2024

ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 33 - MARZO 2024 - - ¿Las actividades han sido variadas? - - ¿Las fuentes de información utilizadas se adaptan a la edad y el desarrollo de los alumnos? - - ¿Se ha sabido dar una respuesta educativa coherente a la diversidad de alumnado que hay en la clase? - - ¿Se ha informado correctamente a las familias de todo lo realizado en clase? - - ¿Se les ha dado a las familias la oportunidad de participar? Quizás, esta es una de las partes más complicadas de todo el proceso, pero, si se hace bien, proporcionará información muy valiosa que servirá para planificar el próximo proyecto educativo. Uno de los objetivos más importantes de la evaluación aparte de medir si los objetivos han sido conseguidos o no, es recopilar información para mejorar en el futuro. En definitiva, el trabajo por proyectos se compone de distintas fases que ayudan a motivar al alumnado y desarrollar su autonomía y habilidades de trabajo en equipo: seleccionando contenidos, manipulando todo tipo de información y aprendiendo a comunicar aquello que descubre. Además, se trata de una metodología abierta y flexible donde cualquier tipo de material, sea tecnológico o tradicional, puede tener lugar si se utiliza de forma apropiada, es decir, si nos ayuda a que los alumnos tengan un papel activo en su propio proceso de enseñanza aprendizaje. El trabajo por proyectos no es una metodología nueva, ya lleva entre nosotros unas décadas y, poco a poco, se ha hecho un hueco en las escuelas españolas, pues ha sabido adaptarse a distintos contextos en distintos momentos del tiempo incorporando elementos de otras metodologías. Se trata pues, de una metodología que se adapta a las necesidades educativas de una sociedad cada vez más informatizada en la que cada vez más empresas exigen habilidades de organización, trabajo en equipo y comunicación. No obstante, para una correcta aplicación de esta metodología, el docente debe conocer a la perfección las habilidades y conocimientos previos de sus alumnos para, de esta manera, adaptar cada una de las fases que hemos comentado a las características específicas del grupo clase. Por ejemplo, si se trata de un grupo-clase que jamás ha trabajado con una metodología que implique trabajar en equipo, lo más lógico será hacer una incorporación progresiva de la nueva forma de trabajo, así bien, si se trata de un grupo que no está acostumbrado a trabajar con nuevas tecnologías, las actividades que se planteen tendrán que ser más sencillas en este aspecto. Llegados a este punto, es importante destacar que la normativa vigente define “metodología” como un conjunto de estrategias, procedimientos y acciones organizadas y planificadas por los docentes, de manera consciente y reflexiva, con la finalidad de posibilitar el aprendizaje del alumnado y el logro de los objetivos planteados. Es, por tanto, importantísimo que los docentes adapten las distintas metodologías existentes a la realidad de su centro educativo y su grupo clase porque ese es el trabajo de los docentes: adaptar y hacer partícipes a los alumnos en el proceso de adquisición del conocimiento haciendo que aprender sea, en definitiva, una buena experiencia. Bibliografía • Díez, C. (1996). La oreja verde de la escuela. Trabajo por proyectos y vida cotidiana de la escuela infantil. Ediciones de la Torre. • Domingo, J. (2008). El aprendizaje cooperativo. Cuadernos de trabajo social, 21, 231-246. • Fernández, N. G., y Ruiz, M. R. G. (2007). El Aprendizaje Cooperativo como estrategia de Enseñanza-Aprendizaje en Psicopedagogía (UC): repercusiones y valoraciones de los estudiantes. Revista Iberoamericana de Educación, 42 (6), 1-13. • Hernández, F. y Ventura, M. (1998). La organización del curriculum por proyectos de trabajo. Graó. • Jover, G. y García, J. (2009). Hablar, escuchar, conversar. Octaedro. • LaCueva, A. (1998). La enseñanza por proyectos: ¿mito o reto? Revista Iberoamericana de educación, 16. • López, A. y Encabo, E. (2001). El desarrollo de las habilidades lingüísticas. Grupo Editorial Universitario. • Mendoza, A. (2003). Didáctica de la Lengua y la Literatura. Prentice Hall. • Soria, I. N., Gómez, C. G., Monsalve, B. L., y Pérez, P. B. (2015). Aprendizaje de contenidos académicos y desarrollo de competencias profesionales a través de prácticas pedagógicas multidisciplinares y trabajo cooperativo. Revista de Investigación Educativa, 33(1), 99-117. • Tobón, S. (2006). Método de trabajo por proyectos. Uninet. Gil, R. (2024). El método de proyectos para el aprendizaje de habilidades comunicativas. Enseñanza para la sociedad actual. Campus Educación Revista Digital Docente, 33, 35-39. Disponible en: https://www.campuseducacion.com/revista-digital-docente/numeros/33/ Cómo citar:

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