RDD-N33-Marzo-2024

52 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 33 - MARZO 2024 Paul y Elder (2003), el pensamiento crítico es esa mentalidad (sobre cualquier tema, contenido o problema) en la que el pensador mejora la calidad de su pensamiento al adquirir estructuras propias de la acción de pensar y someterlas a estándares intelectuales. En este contexto, autores como Parsons y Durkheim (2003), definen la escuela como una estructura que asegura la cohesión social y provee a los educandos de formación adecuada para en un futuro participar de manera activa y significativa en la sociedad. Por otro lado, Facione (2007) comprende la educación como un espacio para aprender a aprender, aprender a pensar de manera autónoma y colaborativa con los demás agentes sociales. Es decir, según este autor, la educación implica métodos de comprensión, principios y estrategias para adquirir el conocimiento. En consecuencia, el pensamiento crítico es definido como un factor clave para la educación y formación significativa del individuo. Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, el docente debe haber interiorizado previamente una serie de estrategias si su objetivo es que el alumnado sea capaz de poner en evidencia la información que recibe continuamente. En primer lugar, este profesional de la educación debe contar con una amplitud conceptual que le capacite para programar el desarrollo de la actividad a realizar. Asimismo, resulta imprescindible que entre sus objetivos debe estar incluir el desarrollo de herramientas y habilidades de pensamiento en los alumnos, especialmente el pensamiento crítico. Finalmente, un docente que educa desde la capacidad crítica, debe de potenciar, siempre que sea posible, el trabajo colaborativo y la interacción entre iguales; ya que de esta manera se aumenta el intercambio de opiniones y conocimientos, siendo esta la base del pensamiento crítico. Por tanto, si el objetivo como docentes es educar a un alumnado capaz de analizar la información que recibe y aplicar estrategias para comprobar su veracidad el pensamiento crítico se antoja necesario. De esta manera, se conseguirá una sociedad racional, plural y consciente de la realidad que les rodea; es decir, individuos que participan de manera activa en la sociedad, en los posibles dilemas y en la toma de decisiones propias. La irrupción de las nuevas tecnologías junto con los avances en este mismo ámbito permitió un desarrollo y expansión impetuoso de la información. Rodeados por una vorágine de información, en el ámbito educativo surge la necesidad de educar al alumnado para que este sea capaz de verificar la veracidad de la información que le rodea con el objetivo de crear de esta manera su propio conocimiento y expandirlo correctamente. Las fake news son un ejemplo de la manipulación de noticias actuales cuyo único objetivo es desinformar a los ciudadanos y expandir prestamente esta información. Generalmente, estas noticias falsas se construyen con finalidades como la manipulación de los ciudadanos, alertar de peligros inexistentes o generar miedo en relación a temas actuales. En este contexto, resulta imprescindible dotar, en este caso, al alumnado, de estrategias y conocimientos para poner en evidencia toda la información que les rodea, y así, ser capaz de filtrarla e identificar qué es verdad y qué es resultado de una manipulación. Desarrollar una intervención didáctica basada en las fake news, teniendo siempre en cuenta el contexto en el que se desenvuelve el alumnado, es una de las tantas estrategias que un docente puede aplicar en el aula para que los educandos construyan su pensamiento crítico, combatan las noticias manipuladas y mejoren el razonamiento. • Canals, R. (2017). Desactivemos el discurso de odio en nuestras aulas. Aula de secundaria, 1 (23), 21-25. • Castellví, J., Bacarizo, B., y Andreu, M. (2020). La lectura crítica de los medios digitales. Iber: Didáctica de las ciencias sociales, geografía e historia, 1 (99), 7-14. • Cuenca, M. V. G., y González, L. S. (2018). El uso de Wikipedia en educación primaria: complejidades y retos. Aula de innovación educativa, 1 (275), 33-38. • Google, FAD y BBVA. (2020). Los menores y las nuevas tecnologías, en datos y gráficos. Epdata. • Mateo, J. L. (2006). Sociedad del conocimiento. Arbor, 182 (718), 145–151. • Nieto, M. (2019). Verdad verdadera. Aula de secundaria, 1 (31), 15-19. • Paul, R. y Elder, L. (2003). La mini guía para el Pensamiento crítico: conceptos y herramientas. Fundación para el pensamiento crítico. • Rocha, T.E. (2009). Desarrollo de la identidad de género desde una prespectiva psicosocio-cultural: un recorrido conceptual. Interamerican Journal of Psycgology, 41 (2), 250 259. • Sabater, M. 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