RDD-N38-Septiembre-2025

26 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Los deberes y tareas para casa No nos confundamos: el tiempo es necesario para el aprendizaje, pero aumentarlo más y más no tiene repercusiones positivas en cuanto a la calidad del aprendizaje se refiere. En segundo lugar, la creencia de que cuanto más practiquemos, más aprenderemos o mejor dominaremos una competencia. Puede que esto sea real si hablamos de aprendizajes procedimentales (jugar al fútbol, aprender a coger el lápiz, etcétera), pero en las actividades intelectuales dicha práctica no crea una verdadera comprensión de lo que se está haciendo y por qué; es decir, no se crean significados y, por lo tanto, tampoco aprendizaje real. Esta costumbre de mandar deberes para que los alumnos practiquen y “refuercen” lo explicado en clase es particularmente llamativa en la asignatura de matemáticas, pero si quieres tener éxito en el pensamiento matemático, necesitas un caudal de significados, no una catarata de respuestas automáticas. Y es que, practicar una y otra vez no desarrolla los significados; la repetición no conduce a la comprensión (Brownell, 1929). Con esto, Brownell explica que las personas necesitan comprender qué se esconde detrás de los algoritmos u otros saberes matemáticos para aprenderlos realmente. Hacía referencia a las matemáticas ya que, esta asignatura, al ser una en la que más ejercicios de repetición se mandan, el aprendizaje mediante la práctica reiterada es particularmente significativo. Sin embargo, es un hecho extensible al resto de asignaturas. El tipo de enseñanza más coherente trata a los estudiantes como constructores o creadores de significados; y ofrece desafíos cuidadosamente calibrados que los ayuden a desarrollar teorías cada vez más sofisticadas. El objetivo es que comprendan las ideas interiorizándolas (Freire, 1968). Por ello, podemos concluir que la práctica repetitiva conduce al hábito y no al aprendizaje y, por lo tanto, es conveniente replantear este hecho tan importante para un mejor presente y un mejor futuro del sistema educativo. En tercer lugar, en toda esta práctica de deberes del tipo repetición y práctica, hemos olvidado cómo se sienten los alumnos con respecto a ellos. Incluso si asumiésemos que estos deberes ofrecen resultados académicos y de aprendizaje finales más positivos, estaríamos pasando por alto cómo se sienten los alumnos durante el proceso de realizarlos, que para muchos es tedioso, repetitivo, monótono y desmotivador. ¿Y es que puede producirse un verdadero aprendizaje sin motivación?, ¿no tiende la excelencia a seguir al interés? Puede que eliminar la variable motivacional sea uno de los mayores errores de muchos sistemas educativos actuales. “ “La práctica repetitiva conduce al hábito y no al aprendizaje Nº 38 - SEPTIEMBRE 2025

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