RDD-N29-Marzo-2023

9 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 29 - MARZO 2023 Bibliografía • Barrio, J. L. (2009). Hacia una Educación Inclusiva para todos. Revista Complutense de Educación, vol. 20 (Núm. 1), 13-31. Recuperado de: https://revistas.ucm. es/index.php/RCED/article/view/RCED0909120013A • Calvo, Mª. I., Verdugo, M. A. y Amor, A. M. (2016). La Participación Familiar es un Requisito Imprescindible para una Escuela Inclusiva. Revista Latinoamericana de educación inclusiva, vol. 10 (1), 99-113. Recuperado de: https://scielo.conicyt.cl/pdf/rlei/v10n1/art06.pdf • Gento, S. y Pina, J. (2011). Gestión, Dirección y Supervisión de instituciones y programas de tratamiento educativo de la diversidad. Madrid: UNED. • González, P. (2005). La respuesta educativa a la diversidad desde el enfoque de las escuelas inclusivas: una propuesta de investigación. Revista de Psicodidáctica, Vol. 10 (2), 97-110. Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/175/17510208.pdf • Simón, C. y Barrios, A. (2019). Las familias en el corazón de la educación inclusiva. Aula Abierta, Vol. 48 (1), 51-58. Recuperado de: https://reunido.uniovi.es/ index.php/AA/article/view/13027/12018 • Valcarce, M. (2011). De la escuela integradora a la escuela inclusiva. INNOVACIÓN EDUCATIVA, (21), 119131. Recuperado de: pg_121-134_in21_1.pdf (usc.es) sociedad en sí necesita tener: una entidad escolar eficaz. Sin embargo, no siempre las familias participan para alcanzar este fin, aunque el colegio las anime a ello, debido por ejemplo a su falta de tiempo, por circunstancias personales o laborales. Será vital, por tanto, que la escuela contemple y tenga presente la colaboración de las familias y de la comunidad durante su propio funcionamiento y que sea capaz de autoevaluarse con el propósito de mejorar constantemente y dar lo mejor de sí misma a las familias y a los discentes que la componen. Tal y como hemos visto a lo largo del desarrollo del presente artículo el crear una escuela inclusiva no es siempre una tarea sencilla, sino que, por el contrario, puede resultar un cometido bastante complejo e, incluso, imposible de conseguir en algunos centros educativos a raíz de los múltiples impedimentos que nos podemos encontrar para lograr dicho fin. A pesar de los diversos obstáculos que pueda haber para que una institución educativa sea inclusiva, ésta ha de hacer todo lo posible para constituirse de dicha forma ya que tiene que ser el reflejo de su sociedad. Por consiguiente, todos los agentes educativos (familia-profesoradocomunidad) han de trabajar, guiados por el líder escolar, en la misma línea para lograr la plena inclusión, comprendiendo bien el verdadero significado que la implantación de una organización escolar inclusiva tiene en la educación de todos los individuos, con y sin especiales necesidades. Junto a la colaboración familia-escuela, por la cual desde aquí abogamos, queda resaltar de nuevo uno de los aspectos importantes que facilitarán la creación de una escuela inclusiva: el liderazgo, tema sobre el cual ha girado este trabajo. Con respecto al liderazgo, es preciso señalar que no siempre un único tipo de liderazgo y el hecho de ser ejercitado por el líder educativo permite hacer realidad el cambio a un colegio inclusivo, ya que lo recomendable para conseguir esto es un liderazgo distribuido que sea ejercido por la comunidad educativa en su totalidad. Cómo citar: Cabrera, A.M. (2023). Liderazgo inclusivo. Un nuevo modelo para la integración educativa. Campus Educación Revista Digital Docente, 29, 5-9. Disponible en: https://www.campuseducacion.com/revista-digital-docente/numeros/29/

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