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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016

AÑO III - Nº 10 - JUNIO 2018

mediador, orientando la actividad

mental, relaciones de conocimien-

tos, y estructuración mental de los

estudiantes, entre otros.

2.Calidad de las experiencias

El profesor debe de tener en

cuenta el punto de partida del es-

tudiante (capacidades, recursos

mentales, conocimientos previos

y el modo de utilizarlos, autocon-

cepto y autoestima, patrón atribu-

cional, expectativas y motivación) y

el tipo de tareas. Si los contenidos

son adecuados a las capacidades

y conocimiento del estudiante,

este podrá lograr un aprendizaje

significativo, dándoles significado

y relacionándolos con el que po-

see, de otro modo, la implicación

será superficial, lo que conlleva

un aprendizaje mecánico y repeti-

tivo. Por otro lado, las tareas que

se deberían plantear son aquellas

que estimulen la mente de los es-

tudiantes, que les permitan avanzar

en conocimientos, comprensión y

autonomía y, que les permitan sa-

ber qué, cómo, para qué y por qué

están haciendo esa tarea, así como

percatarse de sus dificultades. El

éxito o el fracaso determinarán el

autoconcepto y las expectativas de

los estudiantes.

3. Ajuste entre la manera de

enseñar y la forma de aprender

Cuando las instrucciones del

profesor son efectivas, el rendi-

miento es favorable y se crea una

percepción de autoeficacia en los

estudiantes, y cuando es ineficaz,

ocurre lo contrario. Para ello se

deben organizar los contenidos en

torno a “grandes ideas”, sin reducir

la complejidad de la información;

enseñar estrategias primordiales,

con un nivel de generalidad inter-

medio, de manera clara y explícita,

apoyándose en los conocimientos

previos de los estudiantes y facilitar

la retención de lo aprendido.

4. Importancia de ofrecer una

instrucción estratégica a través,

por ejemplo, del denominado

“Modelo cíclico de aprendizaje

autorregulado”

El profesor debería crear un cli-

ma que promueva un aprendizaje

autorregulado y permita mejorar

las estrategias de estudio de los

estudiantes, aumentando así la

confianza en su competencia aca-

démica. De ahí surge el modelo

instruccional “Modelo cíclico de

aprendizaje autorregulado”, con

el que enseñar tanto contenidos y

habilidades como conciencia de la

relación entre su conducta y los

resultados de aprendizaje y rendi-

miento. Este modelo muestra cua-

tro etapas: en la primera el profesor

enseña a los estudiantes a observar

y valorar su conducta de aprendiza-

je y sus resultados. En la segunda,

el profesor indica a los estudiantes,

a través de las valoraciones de es-

tos, cómo mejorar. A continuación,

el estudiante aplica y comprueba el

efecto de las nuevas estrategias. El

profesor debe apoyarle en su des-

cubrimiento, para que los logros

se atribuyan a recursos personales

y desarrollen un aumento de auto-

eficacia y motivación. Por último,

los estudiantes verifican la eficacia

de las estrategias y el profesor les

indica su progreso, repercutiendo

favorablemente en su autoestima y

confianza. Cuando las experiencias

de fracaso han deteriorado profun-

damente las creencias del estudian-

te, es necesaria una intervención

complementaria centrándose en la

toma de conciencia y modificación

de estas.

Los profesores y los iguales son

las personas que más influyen en

la construcción del autoconcepto

de los estudiantes. Además, dentro

del grupo, cada estudiante ocupa

un estatus. Sabiendo los rasgos

que se valoran se puede actuar me-

jor para la integración y mejora del

autoconcepto social de los alum-

nos. Una herramienta que se podría

utilizar para conocer las relaciones

en el grupo, orientar sobre valores

más apreciados y descubrir facto-

res discriminatorios es el sociogra-

ma. A través de sus resultados el

profesor puede proporcionar una

respuesta más efectiva.

5. Calidad de la interacción

profesor-alumno

Para contribuir a una imagen

positiva es necesario crear un con-

texto que facilite la expresión del

sujeto, la aceptación de sí mismo

y de los demás basado en la acep-

tación, en la confianza mutua y en

el respeto. Para ello hay que evitar

las críticas públicas y la «condes-

cendencia» con acciones inadecua-

das para no dañar la autoestima y

no hacer pensar al alumno qué es

lo que se espera de él debido a su

competencia. Un continuo feedback

negativo a los alumnos aumentará

su falta de confianza en sus capa-

cidades, afectando al autoconcep-

to

4

. Se debe intentar reconocer los