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El enfoque por tareas como opción

metodológica se perfila a lo largo de

los años 80 dentro del enfoque comu-

nicativo del que recoge principalmen-

te la centración en el alumno y el con-

cepto de competencia comunicativa.

El alumno, protagonista y responsa-

ble de su propio aprendizaje, impone

sus estrategias y modos preferidos

de trabajo mediante la negociación

que estará presente durante todo el

proceso de enseñanza/aprendizaje.

La tarea en sí misma es la unidad

de diseño utilizada en el enfoque del

aprendizaje por tareas, y a partir de

ella se estructura la planificación,

articulación y evaluación de las dife-

rentes actividades a realizar. Objetivos

contenidos, metodología y evaluación

están integrados de manera coheren-

te dentro de todo el proceso de en-

señanza-aprendizaje, permitiendo, a

la par:

• El desarrollo de los objetivos edu-

cativos propios de un currículo

• La adaptación del proceso de ense-

ñanza- aprendizaje a las necesida-

des de un contexto específico.

• La posibilidad de usar un contexto

óptimo para el desarrollo de las di-

ferentes dimensiones de la compe-

tencia comunicativa.

• La constitución de un instrumento

práctico para la innovación y la in-

vestigación en la enseñanza de las

lenguas extranjeras.

¿Qué es una tarea?

El término «tarea» ha sido defini-

do de diversos modos dependiendo

tanto de la época (ha sufrido una

gran evolución) como del campo

que ofrezca la definición (en el te-

rreno educativo encontraremos

definiciones diferentes a las de

otros campos, como la psicología).

Dentro del campo de la enseñanza

de lenguas extranjeras también se

pueden observar diferencias sus-

tanciales en las definiciones.

Por ejemplo, Long (1985) nos

ofrece una definición de tarea que

no se clasifica ni de corte lingüís-

tico ni técnico, utilizando ejemplos

para los cuales no es necesario el

lenguaje (como “pintar una valla”):

[A task is] a piece of work un-

dertaken for oneself or for others,

freely or for some reward. Thus,

examples of tasks include painting

a fence, dressing a child, filling

out a form, buying a pair of shoes,

making an airline reservation, bo-

rrowing a library book, taking a dri-

ving test, typing a letter, weighing

a patient, sorting letters, taking a

hotel reservation, writing a cheque,

finding a street destination and

helping someone across a road.

In other words, by ‘task’ is meant

the hundred and one things people

do in everyday life, at work, at play,

and in between.

Por otro lado, Richards, Platt y

Weber (1985) nos ofrecen una defi-

nición desde la lingüística aplicada

con una perspectiva pedagógica.

Las tareas están definidas por los

autores como una actividad dentro

del aula, y no fuera de esta:

An activity or action which is ca-

rried out as the result of processing

or understanding language (i.e. as

a response). For example, drawing

a map while listening to a tape, lis-

tening to an instruction and perfor-

ming a command, may be referred

to as tasks. Tasks may or may not

involve the production of language.

A task usually requires the teacher

to specify what will be regarded as

successful completion of the task.

The use of a variety of different

kinds of tasks in language teaching

is said to make language teaching

more communicative […] since

it provides a purpose for a class-

room activity which goes beyond

the practice of language for its own

sake.

Otra definición de tareas es la que

propone Breen (1987):

…any structured language lear-

ning endeavour which has a par-

ticular objective, appropriate con-

tent, a specified procedure, and a

range of outcomes for those who

undertake the task. ‘Task’ is there-

fore assumed to refer to a range of

workplans which have the overall

purpose of facilitating language

learning-from the simple and brief

exercise type, to more complex and

lengthy activities such as group

problem-solving or simulations and

decision making.

En estas definiciones se puede

ver cómo se implica el uso del len-

guaje como instrumento para la co-

municación, y lo que influye su uso

para que los participantes centren

su atención más en el significado

que en las estructuras lingüísticas.

También podemos ver las dife-

rencias entre la vida cotidiana y el

aula, lo que ha llevado a algunos

autores a dividir las tareas de aula

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AÑO III - Nº 9 - ABRIL 2018