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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016

AÑO V - Nº 20 - DICIEMBRE 2020

la capacidad de resolver los conflic-

tos se dan gracias al aumento de las

capacidades mentales que los niños

ejercen cuando tienen que resolver

un problema. A su vez, el conductis-

mo se divide en dos ramas, el condi-

cionamiento clásico y el condiciona-

miento operante. Feldman (2007) las

define del siguiente modo:

En primer lugar, el condicionamiento

clásico se da cuando “un organismo

aprende a responder de una manera

particular a un estímulo neutro que

normalmente no provoca ese tipo de

respuesta” (p.21). Del mismo modo,

Watson (1925, citado en Feldman,

2007) afirmó que, si se controlaba y

gestionaba el ambiente en el que es-

taba inmerso una persona, se podría

suscitar cualquier conducta en ella.

En segundo lugar, el condiciona-

miento operante, “consiste en que

una respuesta voluntaria es fortale-

cida o debilitada por su asociación

con consecuencias positivas o ne-

gativas” (p.21). Por tanto, las perso-

nas aprenden a actuar de forma de-

liberada en su entorno, para generar

de ese modo consecuencias desea-

das a través de sus conductas (Skin-

ner, 1975, citado en Feldman, 2007).

Así pues, el hecho de que un niño

busque repetir o no su conducta de-

penderá del reforzamiento de la mis-

ma. En otras palabras, si se refuerza

un tipo de conducta en un alumno,

tendrá más posibilidades de repetir-

se, mientras que, las que no reciben

refuerzo o son sancionadas de algún

modo, tenderán a desaparecer o dis-

minuir considerablemente. Por su

parte, los principios que se dan en el

condicionamiento operante se utili-

zan en educación como instrumento

para la modificación de la conducta.

En cuanto al

modelo cognitivo

, se

centra en los procesos que permi-

ten a los seres humanos conocer,

entender y pensar, haciendo espe-

cial hincapié en las representaciones

internas y mentales que tienen del

mundo que les rodea. Esta perspec-

tiva ayuda a entender cómo los niños

procesan la información que reciben

y cómo esta afecta a su conducta,

su forma de pensar y su forma de

entender. El autor por excelencia del

modelo cognoscitivo es Piaget, que

defiende que, todos los seres huma-

nos pasan por una serie de etapas de

desarrollo cognitivo. Así mismo,

Pia-

get

expuso que la comprensión que

tienen los niños del mundo que les

rodea se explica mediante dos prin-

cipios básicos. El primero de ellos es

la

asimilación

, que es un proceso

por el que se entiende una experien-

cia según la etapa de desarrollo en

la que se esté y la forma de pensar.

El segundo es la

acomodación

, refe-

rida a la modificación de la manera

de pensar según el encuentro con

nuevos estímulos o acontecimien-

tos. Ambos principios se desarrollan

de forma conjunta en los individuos

para que se produzca su desarrollo

cognitivo (Feldman, 2007).

Ambos modelos, aunque son dife-

rentes, presentan algunas semejan-

zas a resaltar, los docentes deben

observar su propio comportamiento

cuando emerge algún conflicto en

clase; los docentes deben analizar

el comportamiento de su alumnado

y contextualizarlo; las recompensas

y castigos modifican la conducta de

los niños; además, es necesario ha-

cer hincapié en lo que se debe hacer,

mientras que no es tan necesario re-

marcar asiduamente lo que no hay

que hacer (Viciana 2018).

Una de las estrategias para mo-

dificar la conducta basada en los

modelos expuesta anteriormente es

el

condicionamiento operante

, por

tanto, este trabajo se centrará en él.

Se trabajará empleando el

refuerzo

positivo a través de la gamificación

educativa

, para ayudar al alumnado

a aumentar las conductas positivas y,

por otro lado, disminuir las conductas

negativas; propiciando de este modo

la convivencia pacífica en el aula con

respecto a la aparición de las conduc-

tas provocadas por los TCD.

Cabe desatacar que, los mayores

desafíos que enfrentan los docentes

en el aula es la preocupación ante

los

comportamientos disruptivos

(Rose y Gallup, 2006, citados en

Chiarelli et al., 2015), y una forma de

contribuir a la

mejora de estos

es

a través del refuerzo positivo

, algo

que ClassDojo lleva a cabo, pues

esta aplicación mejora el comporta-

miento (Chiarelli et al., 2015).

Refuerzo positivo

Existen diversas técnicas para la

modificación de la conducta que re-

sultan herramientas muy útiles para

prevenir y mediar en los conflictos

emergentes en el centro educativo y

concretamente, dentro del aula. Una

de esas técnicas es el refuerzo po-

sitivo.

Tal y como afirma Skinner (1974),

el refuerzo es una consecuencia que

permite que una conducta se repita y

se incremente o disminuya. Además,

muestra dos tipos distintos de re-