Previous Page  24 / 48 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 24 / 48 Next Page
Page Background

24

ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016

AÑO II - Nº 8 - ENERO 2018

En ocasiones, los docentes sue-

len malinterpretar la demora en

las respuestas de sus alumnos

y se tiende a relacionar esto con

una falta de interés, desconexión

o directamente a atribuir un des-

conocimiento generalizado a los

alumnos. El nerviosismo causado

lleva a querer respuestas rápidas

y pasar a otro tema, o a que el si-

guiente alumno lo intente. Hay que

tener en cuenta que en el aula hay

niños de todo tipo: niños extro-

vertidos, introvertidos, niños con

distintas necesidades emocionales

y/o distinto desarrollo en las habi-

lidades sociales, etc. Es importante

tener en cuenta estas diferencias ya

que según avanza el curso habrá

que ir actuando en consecuencia,

pero siempre desde la premisa de

que hay que concederles el tiempo

necesario para que puedan llegar a

las respuestas correctas, siempre a

sus ritmos.

3) No hay que interrumpir

Si uno se imagina como adulto

intentando explicar algo a otro, y

esta otra persona interrumpe dan-

do por hecho que ya sabía lo que

se iba a decir, uno podría llegar a

interpretarlo como que el otro es

tomado por necio, o restará im-

portancia a lo que se iba a decir. En

cualquier caso, causaría molestia e

incluso podría a lastimar el ego. El

hecho de tratar de empatizar conti-

nuamente con los alumnos ayuda-

rá a entender lo que es importante

para ellos, el escucharles, dejar que

se expresen, el atender a lo que

dicen, refuerza el mensaje de que

ellos son valiosos, y lo que piensan

y dicen importa. Esto es lo que les

permitirá desarrollarse plenamente.

4) Algunas correcciones han de

hacerse en privado

Esta estrategia está estrechamen-

te ligada a la primera pauta sobre no

avergonzar al alumno, que sin duda

es difícil de llevar a la práctica, pero

no imposible. Básicamente consis-

te en que cuando el niño actúe de

manera incorrecta se debe parar

inmediatamente ese comporta-

miento, frenarlo, y seguir con la di-

námica de la clase. Posteriormente

habrá que llevar a un lugar aislado

al alumno en particular y explicar-

le por qué ese comportamiento es

inadecuado y qué puede hacer en

lugar de lo que ha pasado y para

evitarlo. Si el docente piensa en

cómo le gustaría que lo trataran sus

colegas en una situación similar le

ayudará a focalizar y reaccionar de

forma más discreta y efectiva.

5) Hay que facilitar a los alumnos

encontrar un mejor amigo con in-

tereses y habilidades similares

Es muy beneficioso para la au-

toestima de cualquier niño tener

un buen amigo, que sea leal y con

quien poder compartir sus deseos,

sus dudas y sus curiosidades. En

ocasiones hay centros de ense-

ñanza en cuya política establecen

separar a estudiantes por el hecho

de ser muy amigos, o impedir que

se sienten juntos. Pero, contrario a

lo que pueda parecer, se debe crear

un ambiente en el que el niño pueda

relacionarse libremente sin restric-

ciones, incluso alentarles a encon-

trar la persona que sea más afín a

ellos.

6) Hay que recordar a todos los

alumnos por igual que sus opi-

niones cuentan, invitándoles a

expresarlas

Hay que hacerles ver que todo

el mundo tiene una opinión, y no

hay una más importante que otra,

sino que todas son igualmente re-

levantes. Una vez que comprendan

esto hay que invitarles a expresarla

concediéndoles el tiempo necesa-

rio para formar su opinión, recor-

dándoles que su opinión siempre

contará, además de ser valiosa e

importante. Hay que intentar evitar

por todos los medios que los niños

en el aula dejen de expresar su opi-

nión por la falsa creencia a hacer el

ridículo o convertirse en objeto de

burla.

7) Es preciso trabajar en el desa-

rrollo de las habilidades sociales

de manera frecuente en el aula

Se deben destinar momentos

concretos en el aula para trabajar

las emociones y las habilidades so-

ciales. Las emociones son impor-

tantes para que los niños aprendan

a reconocer cómo se sienten y sean

capaces de expresarlo. Trabajar las

habilidades sociales hace que la

comunicación entre todos sea más

fluida, procurando erradicar rasgos

de violencia tanto física, como ver-

bal o gestual.

8) Agradecer verbalmente todo

buen comportamiento y elogiar

todo logro

El profesor debe actuar como

ejemplo y, por tanto, debe ser el

primero en agradecer verbalmen-

te todo buen comportamiento de

cualquier alumno, elogiando todos

los logros y buenas conductas, por

pequeñas que sean. De esta forma

se estará contribuyendo positi-