Previous Page  53 / 56 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 53 / 56 Next Page
Page Background

53

ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016

AÑO III - Nº 12 - DICIEMBRE 2018

no se viva de igual manera en una

u otra familia, pues son muchas las

variables que entran en juego.

Para Valdivia (2001) existen dos

valores actualmente necesitados de

más entrenamiento en el ámbito fa-

miliar y escolar y son el autocontrol

y la autodisciplina, mientras que

otros autores como Torralba (2004)

considera la solidaridad, la fidelidad

y la humildad como valores funda-

mentales.

Por otro lado, los estilos educa-

tivos que adopta cada familia, con

sus características propias, ca-

minan hacia el desarrollo de unos

y otros valores más acordes con

su forma de vivir y generan por lo

tanto unos efectos concretos en

los hijos. También es cierto que

es complicado encontrar un estilo

educativo puro, puesto que se mez-

clan entre sí multitud de aspectos

que interactúan en las relaciones

personales.

Teniendo como referencia las dis-

tintas clasificaciones realizadas de

los estilos educativos parentales,

Nardote, Giannotti y Rocchi (2003)

muestran como resultado nueve

estilos educativos:

Estilo autoritario

Caracterizado por un reparto des-

igual de las funciones familiares,

siendo el padre o madre la autori-

dad. Este estilo genera efectos en

los hijos de baja autoestima y gran-

des inseguridades, provocando que

los niños sean sumisos o que por

el contrario, se muestren rebeldes.

Estilo democrático

Caracterizado por una ausencia

de jerarquías, existiendo un alto

grado de libertad con respecto a

los adultos. Los hijos nacidos den-

tro de este estilo educativo, suelen

caracterizarse por gozar de buenas

habilidades sociales, siendo res-

ponsables, creativos y sabiendo to-

mar decisiones. Del mismo modo,

y al contrario del estilo autoritario,

los niños suelen ser alegres y dis-

ponen de buena autoestima y auto-

control.

Estilo permisivo

Padres que tienden a disculpar,

perdonar e incluso disimular los

errores de sus hijos. Esto, proba-

blemente les supondrá dificultades

en cuanto a asumir sus responsa-

bilidades, siendo caprichosos e in-

maduros.

Estilo indiferente

Padres que defienden ante todo

la libertad, dejando decidir a los ni-

ños y no utilizando las normas ni el

afecto para corregir los errores de

sus hijos. Los hijos nacidos en este

tipo de hogar no están acostum-

brados a las normas, por lo que es

probable que les falte respeto por

las mismas y que su socialización

experimente carencias.

Estilo democrático-

permisivo

Caracterizado por una relación de-

mocrática entre los cónyuges, pero

más permisiva con los hijos. Las

normas son relativas, por lo que los

hijos no aportarán claro respeto a la

autoridad llegando incluso a que se

den comportamientos conflictivos

en cuanto a disciplina, ya que no

se asumen las responsabilidades y

obligaciones propias.

Estilo sobreprotector

Se produce una eliminación de

toda dificultad para los hijos, de

tal manera que su vida sea lo más

fácil posible y no haya sufrimiento.

Este estilo educativo genera niños

con falta de autonomía y habilida-

des sociales, donde no puede haber

creatividad ni responsabilidad por

parte de los pequeños. La incapa-

cidad y la inseguridad son también

características propias.

Estilo sacrificante

Uno de los dos adultos que for-

ma la pareja, debe sacrificarse por

los hijos y el otro cónyuge. Los hi-

jos viven como una obligación de

los padres, que les ofrezcan todo

lo que ellos necesitan, teniendo a

cambio que colaborar de alguna

manera con ellos.

Estilo intermitente

Las relaciones van cambiando

continuamente y, por tanto, el niño

crece en un ambiente donde todo es

caduco. Faltan puntos de referencia

claros, creando inseguridades en el

niño e incluso desembocando en

actitudes de rebeldía.