Tema 19 Educación Primaria
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Ajuariguerra
, neuropsiquiatra y psicoanalista vasco, distingue
tres etapas en el
dominio de la escritura
:
Fase precaligráfica.
Se caracteriza por ser un periodo donde el grafismo del
niño es irregular debido a su incapacidad motriz y en ocasiones intelectual.
Presenta trazos rotos, arqueados, curvas mal cerradas, dimensión de la letra
incontrolada...
Fase caligráfica infantil
. En esta etapa comienza a regularizarse la escritura: el
alumno domina el trazo, la caligrafía, es capaz de respetar márgenes, escribir
líneas rectas…
Fase postcaligráfica.
En esta fase las producciones de los alumnos son
más personales aunque a veces debido a la velocidad con la que escriben
aparecen problemas tales como modificar o cambiar unas letras por otras,
caligrafía a veces ilegible…
A lo largo de las distintas fases del desarrollo de la expresión escrita es fundamental el
papel que juega la escuela para un buen uso y conocimiento de la escritura, pero no
debemos olvidar que la familia es un elemento clave en la consecución de esta como
veremos en el siguiente apartado.
2.3.‐ Papel de la familia y la escuela en el desarrollo de la Expresión Escrita.
Bernstein
, sociólogo británico de la educación, define al niño como un “ser social”, que
comienza su proceso de socialización dentro del núcleo familiar. Se trata de un
aprendizaje no reglado en el que es fundamental, qué se dice, más que cómo se dice.
En este sentido va a tener gran importancia el entorno social y familiar que lo rodea.
Así, el código lingüístico utilizado por el alumno estará directamente relacionado con el
nivel socioeconómico y cultural de la familia, que a su vez, condicionará el desarrollo
en la adquisición del lenguaje y su éxito o fracaso en la escuela.
La composición de la unidad familiar será de gran relevancia en la evolución de la
expresión escrita del alumno causado por la tenencia o no de hermanos y el lugar que
ocupa entre ellos.
A lo largo del primer año de vida, el niño comienza a hablar y a comprender el mensaje
del adulto, que se dirige a él utilizando funciones prelingüísticas y afectivas. Es a partir
de este momento cuando la familia, intentará enseñarle los rasgos formales de la
lengua.
En torno a los cuatro años, el niño logra la competencia lingüística, a esta edad ya ha
comenzado su escolarización, por lo que la escuela cobra especial relevancia.