El cine y su dimensión educativa

El lenguaje audiovisual como herramienta didáctica

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cine y educación

La finalidad de la etapa de Primaria es facilitar a los alumnos aprendizajes que contribuyan al pleno desarrollo de su personalidad y prepararlos para su vida adulta, y desde la escuela se utilizan diferentes lenguajes para alcanzar tal fin. El lenguaje audiovisual en general, y el cine particular, permiten captar la atención de los alumnos y funcionan como importantes herramientas didácticas que contribuyen al desarrollo competencial del alumnado, por lo que pueden ayudar a culminar las finalidades propias de la etapa.

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EL CINE Y SU DIMENSIÓN EDUCATIVA

Competencia audiovisual

Según la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa la finalidad de la etapa de la Educación Primaria es facilitar a los alumnos los aprendizajes de la comprensión y la expresión oral, la lectura, la escritura, el cálculo y las nociones básicas de la cultura, y el hábito de convivencia, así como los de estudio y trabajo, el sentido artístico, y la creatividad y afectividad con el fin de garantizar una formación integral que contribuya al pleno desarrollo de la personalidad, preparándolos para la Educación Secundaria.

Para alcanzar tal fin nuestro sistema educativo, impulsado por las premisas estipuladas desde la Unión Europea, propone un aprendizaje holístico basado en siete competencias clave: Competencia lingüística; Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología; Tratamiento de la Información y Competencia digital; Aprender a aprender; Competencias sociales y cívicas; Sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor y Conciencia y expresión culturales.

Zabalza (1997) señala que podemos definir la competencia como el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que permiten dar respuesta a problemas nuevos en todos los ámbitos de la vida. Como todos sabemos, estas competencias se encuentran estrechamente relacionadas con unos objetivos generales expuestos en el Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria y que los docentes han de tener en cuenta a la hora de realizar las programaciones didácticas, ya que deben ir unidos a una serie de contenidos a trabajar en todas las áreas y evaluados mediante una serie de criterios de evaluación y estándares de aprendizaje, interrelacionando todo el proceso de aprendizaje y de enseñanza de forma, como decimos, holística.

El cine y la educación

Ahora bien ¿Cómo podemos relacionar el cine con el mundo educativo? En este artículo valoraremos la relación existente entre ambos elementos, centrándonos en la posibilidad del primero de ellos de ayudar a los docentes a enfocar la enseñanza hacia notas de corte más competencial.

Para desarrollar esta idea no vamos a analizar los contenidos de todas las áreas, ya que caeríamos en el riesgo de convertir nuestra investigación en una programación didáctica; sin embargo, sí analizaremos tanto el perfil competencial del cine como su papel en la activación de una serie de habilidades cognitivas relacionadas con su dimensión didáctica.

Hemos considerado necesario realizar un pequeño recorrido histórico que nos aporte información de los orígenes de este arte, junto a una pequeña reflexión en relación a su dimensión didáctica, que acompañaremos de una propuesta práctica de trabajo en el aula.

Breve historia del cine

En los últimos años, el cine se ha convertido un medio de entretenimiento de masas que además permite reflexionar sobre multitud de problemas, presentes, pasados y futuros.

Su primer antecedente fue “La linterna mágica” inventada por el jesuita Atanasius Kircher en 1.602. Este aparato consistía en presentar transparencias realizadas en placas de vidrio a través de un juego de lentes iluminadas con una lámpara de aceite. Las imágenes se ofrecían en habitaciones oscuras y en ocasiones iban acompañadas con música en directo que era tocada por la misma persona que las proyectaba.

En el año 1.894 los hermanos Lumiere inventaron el cinematógrafo, el cual era al mismo tiempo copiadora, cámara y proyector. El 28 de diciembre de 1.895, en Paris, se lleva a cabo la presentación del aparato y cientos de espectadores privilegiados vieron nacer lo que hoy en día conocemos como el séptimo arte.

En la primera mitad del siglo XX el cine empieza a ganar protagonismo como actividad lúdica. En esa época del cine mudo en blanco y negro, supuso un gran avance la llegada del cine sonoro.

Tras la II Guerra Mundial, paradójicamente, el cine al igual que otros avances humanos, se ve favorecido por el desarrollo de las tecnologías bélicas (debemos tener en cuenta el uso propagandístico de éste) incorporando mejoras como el uso del color, sonido de mayor calidad, efectos especiales y el empleo de materiales más resistentes y seguros en la elaboración de las películas. Muchos críticos consideran a “Fantasía” de Walt Disney la primera película en la que se muestran todos esos avances, en la década de los 50.

A finales del siglo XX y principios del XXI, tal y como recoge la investigación de Ambrós y Breu (2007), el cine no se ha configurado simplemente como industria del entretenimiento sino que ejerce una fuerte influencia sociológica sobre actitudes y hábitos de ciudadanía, por lo que es completamente justificable incluir y considerar su uso didáctico en la escuela.

Cine y Currículo

Por una parte, debemos tener en cuenta que las películas se crean en un momento histórico determinado influido por la mentalidad imperante, por lo que existe una tremenda relación entre sociedad, cultura y cine; por otra, saber que el objetivo de la escuela es dar respuesta a las demandas sociales proporcionando a los alumnos las competencias necesarias que les permitan ejercer una ciudadanía activa y participativa.

Por tanto, las competencias clave que mencionábamos anteriormente pueden relacionarse con el aprovechamiento didáctico del cine del siguiente modo:

  • Competencia Lingüística: se persigue el desarrollo de la capacidad comunicativa del alumno en diferentes contextos, es decir, debe ser capaz de escuchar, hablar, leer, escribir y comprender diferentes textos orales y escritos. El cine se apoya en el lenguaje audiovisual y bien usado puede servir para que el alumno imite fórmulas comunicativas. Como muestra podemos señalar su uso en el aprendizaje de otros idiomas, ya que en los últimos años han ganado protagonismo las películas en versión original. Además, la realización de debates orales o comentarios de textos escritos contribuyen al desarrollo de esta competencia.
  • Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología: en el siglo XXI es fundamental que los alumnos dominen el lenguaje matemático como base de la ciencia y la tecnología. A través del género de la ciencia ficción los alumnos pueden estimular su curiosidad sobre el conocimiento científico, y con películas de tipo biográfico o histórico pueden acercarse a figuras relevantes de la ciencia del pasado o el presente.
  • Competencia digital: implica el uso autónomo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación de manera creativa y segura para el aprendizaje y la expresión. En los últimos años numerosos programas informáticos de edición de vídeo posibilitan a los alumnos convertirse en pequeños directores de manera muy sencilla, así como elaborar sus propias producciones audiovisuales.
  • Competencias sociales y cívicas: consiste en la capacidad de comprender y valorar la sociedad desde varios puntos de vista, al mismo tiempo que conocer los mecanismos de participación social del individuo en ella. El cine es una parte ya de la sociedad, por lo que favorece tanto el conocimiento de otras realidades y culturas como la valoración de la propia evolución social.
  • Aprender a aprender: requiere el dominio y gestión de los procesos de aprendizaje individuales que van a permitir al alumnado aprender de forma constante a lo largo de la vida. Los mecanismos cognitivos que el niño emplea para entender la película desarrollan y estimulan su comprensión al mismo tiempo que aumentan sus esquemas mentales.
  • Conciencia y expresión culturales: valorar con espíritu crítico las manifestaciones artísticas que rodean al ser humano es el objetivo principal de esta competencia. A este respecto, el cine contribuye a ello de manera significativa al tratarse de un arte en sí mismo y formar parte del patrimonio de la humanidad.
  • Sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor: el conocimiento y aprovechamiento de las oportunidades profesionales y comerciales que presenta nuestra sociedad pueden verse influidas mediante el visionado de películas que permitan a los niños valorar la necesidad de asumir riesgos, desarrollar la capacidad de liderazgo y delegación, el sentido de la responsabilidad y la necesidad de trabajar en equipo para alcanzar un fin. También es posible la realización en equipo de algún pequeño corto en el que los alumnos deban trabajar de forma cooperativa.

Consideramos necesario señalar que para alcanzar estas competencias clave el docente debe tener en cuenta los objetivos generales recogidos en el currículo, los cuales van a orientar todo el proceso de enseñanza y aprendizaje, determinando qué contenidos priorizaremos.

Partiendo del trabajo de Escamilla (2006). podemos definir los objetivos generales como los elementos curriculares mediante a los que se va a engranar todo el proceso de enseñanza y aprendizaje ya que van a permitir el desarrollo global del alumnado. Son elementos obligatorios del currículo que no se pueden modificar (pero sí concretar mediante objetivos didácticos) aunque evidentemente se adaptarán al contexto en virtud de la autonomía de nuestro sistema educativo.

El RD 126/2014 presenta 14 objetivos generales y si bien todos en mayor o menor medida se pueden desarrollar con el cine, nos gustaría destacar dos en particular:

  • i) Iniciarse en la utilización para el aprendizaje de las Tecnologías de la Información y la Comunicación desarrollando un espíritu crítico ante los mensajes que reciben y elaboran.
  • j) Utilizar diferentes representaciones y expresiones artísticas e iniciarse en la construcción de propuestas visuales y audiovisuales.

Ahora deberíamos responder a las siguientes cuestiones ¿Qué valor didáctico tiene el cine en la etapa de Primaria? ¿Cómo llevarlo a la práctica en el aula?

El valor didáctico del cine en Educación Primaria

El cine permite experimentar en nuestra imaginación las conductas morales de sus personajes y vivirlas de manera vicaria (Noval y Urpi, 2002), es decir, permite ampliar al espectador su conocimiento moral y social sobre una serie de situaciones que si bien en muchos casos no ha experimentado directamente, le pueden servir para emitir juicios de valor sobre las mismas. Además en el caso de los niños, la identificación con los personajes les permite reflexionar sobre su comportamiento en momentos puntuales aportando un aprendizaje vicario.

Diferentes manuales de psicología evolutiva coinciden en señalar que el aprendizaje se alcanza a través de una serie de habilidades cognitivas que dirigen el desarrollo del pensamiento humano.

Si bien no hay un esquema predeterminado sobre los procesos cognitivos, consideramos interesante relacionar algunos de ellos con el valor didáctico del cine:

  • Atención/percepción: consiste en examinar intencionalmente, mediante los sentidos, una situación u objeto que nos rodea. El primer paso para aprender es fijar la atención en aquello relevante al contenido planteado en el aula, por lo que es conveniente que nuestros alumnos desarrollen la atención selectiva. El cine permite fijar la atención a los niños sin esfuerzo puesto que es un formato que les atrae, aunque es conveniente que orientemos su atención a los objetivos que queremos desarrollar en ellos.Por ejemplo, si estamos trabajando en el área de lengua la diferencia entre lenguaje coloquial y culto podemos pedirles que se fijen en qué personajes emplean uno y otro.
  • Memorización: se considera como la piedra angular del aprendizaje ya que permite el almacenaje y la conservación de los conocimientos trabajados. El cine permite a los alumnos ejercitar la memoria del alumnado para, por ejemplo, la posterior dramatización de diálogos.
  • Análisis/síntesis: se trata del examen que se hace de una cosa, situación, obra o discurso mediante su descomposición en partes y el establecimiento de relaciones entre las mismas. La comprensión del sentido global de una película precisa entender cada una de las situaciones que la componen por lo que el cine permite desarrollar estas habilidades cognitivas.
  • Lenguaje: es la capacidad de comunicar el pensamiento mediante signos gráficos, secuencias sonoras y gestos. A lo largo de una película los alumnos deben enfrentarse a la comprensión de distintos tipos de lenguaje.
  • Inferencia: definida como la capacidad de predecir y sacar conclusiones en función de una información previa, durante una proyección el alumno de manera natural intenta averiguar qué pasará después e intenta predecir el desenlace.

Tomando como referencia las habilidades anteriormente citadas, y basándonos en el trabajo de Ferres (1988) podemos plantear en el aula una serie de actividades que empleen el cine como soporte, tales como:

  • Lluvia de ideas sobre el argumento de la película.
  • Elección de las escenas de la película que más han llamado la atención.
  • Resumen oral o escrito de la película.
  • Descripción de los personajes.
  • Reescritura del final de la película.
  • Pequeñas dramatizaciones partiendo de escenas de la película.
  • Realización de un cómic basado en la película.
  • Identificación de las palabras relacionadas con la unidad que estemos estudiando.
  • Búsqueda en el diccionario de palabras desconocidas.

Por último, antes de ofrecer un ejemplo práctico de trabajo en el aula, debemos tener en cuenta una serie de puntualizaciones para aprovechar al máximo el valor didáctico del cine:

  • Debemos presentar historias ajustadas al nivel madurativo de nuestros alumnos.
  • Los niños tendrán que identificarse fácilmente con los protagonistas, por lo que éstos deben tener unos roles y características muy definidos (por ejemplo, el villano siempre es malvado y el héroe o heroína muy noble).
  • El mensaje que se quiere transmitir se presentará de una forma clara que facilite la comprensión del alumno y no dé lugar a ambigüedades.
  • Es fundamental secuenciar el trabajo en tres fases bien diferenciadas: fase previa, fase activa y posproyección. Tal y como veremos en la propuesta práctica cada una de ellas debe cumplir una función específica que conduzca al objetivo final.
  • La elección de la película debe realizarse en función de unos objetivos curriculares didácticos recogidos en nuestra programación y ser evaluables a través de los criterios de evaluación y estándares de aprendizaje, de lo contrario podríamos cometer el error de convertir el visionado de la película en una actividad sin finalidad educativa.

Propuesta práctica: Película Shreck

Esta película puede ir dirigida a alumnos de quinto y sexto curso de Educación Primaria. Con ella podremos trabajar aspectos relativos a la diversidad, el respeto a uno mismo y a los demás.

Esta producción refleja la importancia que tiene aceptar las diferencias de las personas, sabiendo ver en su interior y observar su verdadera naturaleza.

Su visionado se puede realizar en diferentes momentos en función de las necesidades del grupo (por ejemplo, con la llegada de un alumno nuevo al centro, o el comienzo de curso para crear un clima de respeto). Al igual que todos los contenidos que trabajemos deberemos realizar una exhaustiva programación de la actividad en función de los objetivos que nos fijemos. En este caso además del trabajo respecto a la diversidad vamos a intentar desarrollar la competencia comunicativa y trabajar algunos contenidos del área de Lengua como son la descripción y la redacción.

Tal y como hemos anunciado anteriormente, el trabajo se va a articular en tres fases:

Fase previa: presentamos a los alumnos la película para dirigir su interés hacia los aspectos que queremos destacar y detectar sus conocimientos previos, realizando preguntas del tipo: ¿Qué tienen en común los protagonistas? ¿Qué diferencias tienen? ¿Cómo describirías a los personajes por su aspecto físico? Iremos tomando nota de sus respuestas para contribuir a la organización de sus esquemas mentales. En esta fase es fundamental transmitir entusiasmo y procurar que disfruten de la película.

Fase activa: es la fase de proyección de la película; no debemos apagar las luces para mantener la atención y, si lo consideramos necesario, pararemos la película para dar alguna explicación o recordar algún aspecto clave que hemos apuntado o tratado con anterioridad.

Fase de posproyección: en esta fase haremos preguntas sobre los personajes, su escena favorita, les pediremos que elaboren la línea narrativa, cómo eran los personajes al principio de la película y al final, etc. Es aconsejable realizar un pequeño mapa conceptual para que puedan ver toda esta información. Después, tras mostrarles un ejemplo, les pediremos que traigan de casa una pequeña redacción con lo que les ha parecido la película y la descripción tanto física como psicológica de algún personaje, la cual deberá ser leída en voz alta en clase.

Ahora bien, en lo que respecta a los contenidos puramente académicos, hemos reflejado la contribución del cine al desarrollo de las competencias clave y por ende a la formación holística de los niños, finalidad principal de la etapa de Primaria. Al igual que cualquier actividad docente, el visionado de películas en el aula debe ir orientada a la activación de una serie de mecanismos cognitivos que permitan al alumnado la aprehensión de nuevos contenidos que le permitan desarrollarse como ciudadanos activos y participativos que sean capaces de gestionar su propio aprendizaje y regular su comportamiento a lo largo de la vida.

En conclusión, nos gustaría terminar con la frase del director francés Jacques Audiard: “para mí, el cine solo tiene sentido cuando se relaciona con lo que ocurre en la calle”, por lo tanto, pensemos concienzudamente la próxima película que veremos con nuestros alumnos antes de gritar: luces, cámaras y… ¡acción!

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El artículo El cine y su dimensión educativa. El lenguaje audiovisual como herramienta didáctica forma parte del número 7 de Campus Educación Revista Digital Docente un proyecto destinado a la divulgación de publicaciones de carácter educativo que permite la difusión del conocimiento y pretende el enriquecimiento de toda la comunidad educativa.

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Augusto José Esparcia González
Augusto José es Graduado en Magisterio de Educación Primaria, y posee la Mención en Pedagogía Terapéutica. En estos momentos es maestro en Albacete.