Resumen: Vivimos en una sociedad en la que continuamente estamos resolviendo todo tipo de problemas, este contexto puede ser totalmente extrapolable a nuestras aulas, sobre todo teniendo en cuenta las necesidades educativas actuales que difieren de las pasadas. Quiere esto decir que nuestra forma de enseñanza tradicional debe cambiar y apostar por enfoques metodológicos activos en los que cambien, entre otras, los roles profesor-alumno. Todo ello, viene contemplado en las leyes educativas vigentes. Por tanto, hemos considerado acertado presentar en nuestro artículo una de las metodologías activas actuales que están consiguiendo cada vez más popularidad en nuestro país: Aprendizaje Basado en Proyectos.

Palabras clave: aprendizaje basado en proyectos, metodologías activas, aprendizaje significativo, leyes educativas, competencias.

 

Abstract: Our traditional approach must change, and we must bet on active methodological approaches, focusing on the importance of real-world problem solving, based on practical and useful situations for the students. To this end, we will present on this paper one of the most popular active methodologies: Project-based learning.

 

Keywords: Project-based learning; Active methodologies; Significant learning; Key competences.

¿QUÉ ES EL APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS?

El presente artículo tiene como objetivo mostrar el gran potencial que puede llegar a tener en las aulas las estrategias metodológicas activas. Concretamente nos hemos centrado en la estrategia metodológica denominada Aprendizaje Basado en Proyectos o ABP. Por ello, hemos querido presentarlo a través de una aproximación teórica: definición, etapas, esencias, legislación educativa, beneficios e inconvenientes y referente mundial.

Definiendo Aprendizaje Basado en Proyectos

Si nos acercamos al repertorio bibliográfico en el que se nos dice qué es el aprendizaje basado en proyectos, nos encontramos con multitud de definiciones. No obstante, casi todas estas definiciones coinciden en lo siguiente: el aprendizaje basado en proyectos es un tipo de estrategia metodológica activa en la que los alumnos en grupos se enfrentan a la solución de un problema de la vida real, gracias entre otros aspectos, a la investigación, y mediante el planteamiento de preguntas a las cuales hay que ofrecer una solución a través de la creación de un producto.

Si entendemos el ABP como un mecanismo de resolución de problemas, entendemos que conseguimos con él muchos beneficios:

  1. Aunar teoría y práctica
  2. Trabajar la transversalidad e interdisciplinariedad
  3. El profesor pasa a ser un guía, orientador o mediador y el alumno pasa a ser el protagonista del aprendizaje
  4. Los alumnos no dejan de adquirir los conocimientos y las habilidades o competencias claves del currículo del s. XXI

Con todo esto, no queremos destacar esta metodología para que sea la única que impere en las aulas, pero lo cierto es que se aleja de la enseñanza tradicional o directa.

Si superamos este tipo de enseñanza, dejamos que nuestros alumnos se limiten exclusivamente a entender y a memorizar, yendo así mucho más allá de lo que se ha venido haciendo durante los siglos pasados. Lo ideal de las recientes metodologías activas, como el ABP, sería que se implantaran progresivamente, es decir, desde la Educación Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato e inclusive la Educación Superior.

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Etapas, pasos o proceso estructural del ABP

De nuevo, como ocurría con las definiciones, existen multitudes de propuestas a la hora de enumerar y nombrar las diversas etapas de las que consta un aprendizaje basado en proyectos. Grosso modo podemos decir que el ABP se basa en tres etapas, como se muestra en la siguiente imagen:

  • Primera etapa

En la primera etapa, la cual hemos denominado inicio, el docente presentará la pregunta inicial que va a guiar todo el proyecto, por tanto, debe ser una pregunta que esté relacionada con aquello que se va a aprender y que a su vez sea una pregunta atractiva para los alumnos, es decir, que se relacione con sus intereses y esté conectada con la realidad.

En este momento el docente deberá tener en cuenta el currículo y plantear los contenidos y las tareas (ejercicios y actividades) que se van a trabajar, qué se va a evaluar y cuáles son las competencias a trabajar.

 

Es evidente que trabajar todos los contenidos del área implicada es prácticamente imposible, pero realmente esto sucede también si llevamos a cabo clases tradicionales. No obstante, cuando trabajamos los contenidos bajo ABP, los alumnos profundizan mucho más y retienen durante mucho más tiempo la materia. Hablamos, por tanto, de un aprendizaje significativo.

 

En esta fase organizaremos los equipos o grupos (su número podría variar según el tipo proyecto) y los alumnos deberán repartirse las tareas y organizar el modo en que llevarán a cabo sus investigaciones.

  • Segunda etapa

En la segunda etapa, denominada desarrollo, los alumnos deberán buscar toda la información que crean oportuna para elaborar el producto final y que, como ya sabemos, da respuesta tanto a la pregunta inicial, así como a las preguntas planteadas por los propios alumnos.

Podrán recopilar información de varias maneras: encuestas a ciudadanos de su comunidad, entrevistas a expertos, extraerla de fuentes impresas y/o digitales, etc. Lo más importante es que contrasten la información y la sinteticen. Con todo ello, el alumno debería tener preparado su producto final.

  • Tercera etapa

En la etapa final los grupos deberán preparar la defensa de su producto, pues será llevada a cabo ante un público (compañeros, profesores, expertos, amigos, familiares) con el fin de que todo lo trabajado tenga un valor real.

 

Con todo esto conseguimos motivar a nuestros alumnos para que se sientan satisfechos con su trabajo. En la defensa podrán hablar de aspectos tales como: cómo ha sido el proceso, qué han aprendido, qué se podría mejorar, cómo puede servir sus productos para trabajos futuros. Se acabará el proyecto con las evaluaciones, autoevaluaciones y coevaluaciones (rúbricas, portfolios, diarios).

Como ya hemos apuntado, un proyecto conlleva una observación continua por parte del profesor, pues no solo se evalúa el producto final, sino que también todo el proceso.

Esencias del ABP

Teniendo en cuenta todo lo tratado hasta ahora, observamos cómo el proyecto debe cumplir con una serie de requisitos para que sea realmente fructífero. Muchos estudiosos hablan de esencias o elementos esenciales del ABP. Trujillo (2016) recoge muy bien cuáles son las esencias para desarrollar un buen proyecto:

  • Contenido significativo
  • Necesidad de saber
  • Una pregunta que dirija la investigación
  • Voz y voto para los alumnos
  • Competencias del siglo XXI
  • Investigación lleva a innovación
  • Evaluación, realimentación y revisión
  • Presentación del producto final ante una audiencia

El trabajo por proyectos, especialmente relevante para el aprendizaje por competencias, se basa en la propuesta de un plan de acción con el que se busca conseguir un determinado resultado práctico. Esta metodología pretende ayudar al alumnado a organizar su pensamiento favoreciendo en ellos la reflexión, la crítica, la elaboración de hipótesis y la tarea investigadora a través de un proceso en el que cada uno asume la responsabilidad de su aprendizaje, aplicando sus conocimientos y habilidades a proyectos reales.

Se favorece, por tanto, un aprendizaje orientado a la acción en el que se integran varias áreas o materias: los estudiantes ponen en juego un conjunto amplio de conocimientos, habilidades o destrezas y actitudes personales, es decir, los elementos que integran las distintas competencias (Orden ECD/65/2015).

Beneficios e inconvenientes del ABP

Como acabamos de exponer, esta metodología casa perfectamente con el currículo actual y creemos que entre los diversos tipos de metodologías activas que se nos presentan, esta es bastante completa. Entre los múltiples beneficios que nos ofrece este tipo de aprendizaje exponemos los más relevantes. La mayoría de ellos afectan principalmente a la figura del alumno, eje central del aprendizaje. Para ello nos hemos basado en las aportaciones de dos autores Regina de Miguel (2018) y José Sánchez (2013):

-Mayor motivación y satisfacción
-Desarrolla y aumenta el uso del pensamiento crítico, la creatividad, las habilidades sociales, el aprendizaje   autónomo, etc.
-Mejor preparación de los alumnos para afrontar los problemas de la vida real
-Una mayor integración: mejor relación entre compañeros y mejor sentido de la responsabilidad individual y   grupal
-Mejora el uso de la comunicación oral: escuchar y hablar
-Activa conocimientos previos
-Los conocimientos aprendidos perduran más que si se hubieran impartido de forma tradicional
-Selecciona, sintetiza y contrasta información de manera mucho más rigurosa y científica
-Mejora la relación con el profesor y la asignatura parece mucho más atractiva
-Aborda temas transversales
-Mejora los resultados en las calificaciones de los alumnos

No obstante, no todos son puntos favorables para este tipo de metodología, pues, también, nos encontramos con una serie de inconvenientes: las principales dificultades que encuentran los profesores al aplicar ABP son el manejo de la clase, el apoyo a los alumnos, el uso de las TIC y la evaluación (Sánchez, 2013).

Entre los inconvenientes más destacados señalamos (Álvarez, 2016; Sánchez, 2013):

-Proceso complejo que como cualquier tipo de metodología presenta sus dificultades sobre todo al iniciarse
-Saturación de trabajo tanto para alumnos como para profesores
-No todos los profesores están preparados para crear proyectos nuevos trimestrales: innovar y asumir riesgos
-Los profesores se encuentran con dificultades para evaluar
-Contenidos que se pasan por alto, centrándose en ciertos temas que sí interesan
-Los alumnos encuentran dificultades a la hora de organizarse y trabajar: controlar el tiempo, trabajar la información, etc.

Creemos que con esta aproximación teórica al ABP hemos presentado de forma clara y ordenada en qué consiste este tipo de estrategia metodológica y que, si los docentes están preparados para llevarla al aula, observarán que pesan más los beneficios que los inconvenientes, siempre y cuando estos estén preparados para asumir riesgos, pensar en proyectos innovadores y por ende dejar de lado la antigua enseñanza tradicional.

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Rocío de la Victoria Muñoz Tovar
Rocío es graduada en Filología Hispánica y máster de Mención en Estudios Hispánicos Superiores, además de máster en Formación del Profesorado (Melilla)