Inteligencias Múltiples

Resumen: Desde su publicación en el año 1983 esta teoría ha ocupado muchas publicaciones. En ella se defiende la ineficacia del concepto de Coeficiente intelectual por considerarlo obsoleto y reduccionista, pero ¿Cuánto de esta teoría ha llegado a nuestras aulas?

Palabras clave: Inteligencia; Inteligencias Múltiples; Competencias; Howard Gardner.

Abstract: Since its publication back in 1983, the theory of multiple intelligences has been featured in a large number of papers. This theory argues that IQ as a concept is obsolete and simplistic, but how much of this theory has reached our classrooms?

Keywords: Intelligence; Theory of multiple intelligences; Competences; Howard Gardner.

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INTELIGENCIAS MÚLTIPLES

El estudio de la cognición humana

La mente y su funcionamiento han sido una gran incógnita para el ser humano, por ello éste se ha esforzado en desarrollar mecanismos para poder entenderla, medirla y clasificarla. Durante la década de los 70 el desplome de las concepciones conductistas y progresivo auge del cognitivismo hizo que se cuestionara el concepto y definición que se tenía hasta el momento de inteligencia debido a lo limitado de la concepción conductista, que la consideraba como algo observable, medible y cuantificable. La crítica cognitivista cuestiona lo limitado de esta concepción dada la complejidad psicológica de esta y lo subjetivo del proceso de medición ya que se basa en conductas observables.

De todas estas teorías destaca la Teoría de las Inteligencias Múltiples (IIMM) de Howard Gardner (1983), el cual realizó numerosos estudios en los cuales cuestionaba los índices de CI, afirmando que la capacidad cognitiva de una persona no estaba enteramente determinada por sus índices de capacidad intelectual.

Poco después, y a raíz de los trabajos de Goleman (1995) se incluirían las emociones como parte inherente de la capacidad intelectual de una persona, la cual se ve reforzada o frenada por muchos estímulos, entre los que evidentemente se encuentra el entorno afectivo o la actitud del sujeto.

¿Qué son las Inteligencias Múltiples?

La Teoría de las Inteligencias Múltiples (Gardner, 1983) cuestiona la relación tradicional CI-Inteligencia, poniendo en evidencia el concepto tradicional de esta última y apuntando hacia la coexistencia de ocho tipos diferentes de inteligencia que se pueden encontrar en todos los individuos, en mayor o menor medida:

• Inteligencia Matemática: Esta inteligencia se relaciona con la capacidad para utilizar los distintos algoritmos matemáticos y resolver problemas lógicos.
• Lingüística: Hace referencia a la capacidad para comunicarnos de forma oral, escrita y gestual.
• Naturalista: Se relacionada con la capacidad de percibir y usar el entorno.
• Viso-espacial: Es la capacidad que nos permite percibir objetos desde diferentes perspectivas, siendo una habilidad propia de los pintores y fotógrafos.
• Corporal: Relacionada con la capacidad de usar las habilidades motrices con distintos fines.
• Musical: Directamente relacionada con la facilidad para aprender instrumentos y percibir códigos musicales.
• Intrapersonal: Es la capacidad para conocerse a uno mismo y regular de forma eficaz nuestras emociones.
• Interpersonal: Relacionado con la capacidad de empatía y percibir estados de ánimo en otras personas.

A diferencia del concepto tradicional de CI basado en una única inteligencia, la teoría de las Inteligencias Múltiples se apoya en la creencia de la existencia de muchas inteligencias, Gardner afirma que han sido capaces de identificar ocho, pero que pueden ser muchas más, las cuales funcionan con cierta independencia.

Hasta ahora la palabra inteligencia se ha limitado básicamente a las capacidades lingüísticas y lógicas, aunque el ser humano puede procesar elementos tan diversos como los contenidos del espacio, la música o la psique propia y ajena (Gardner, 2001).

En general, podemos afirmar que diferentes investigadores, no sólo Gardner,  cuestionaron la visión de una inteligencia global, la cual predecía el éxito en la vida poniendo en juego nuevos factores como los personales, sociales, afectivos y el trascendental papel que juegan las emociones en las relaciones sociales.

Inteligencia Emocional

Al concepto de inteligencias múltiples se le unieron otras aportaciones como la de Goleman (1995) sobre la inteligencia emocional, una combinación entre la inteligencia intra e interpersonal que define como la habilidad que nos permite tomar conciencia de nuestras emociones y las de los demás (Goleman, 1995).

Aunque no fue este el único autor que cuestionaba la eficacia del CI:

La capacidad para procesar la información emocional con exactitud y eficacia, incluyéndose la capacidad para percibir, asimilar, comprender y regular las emociones (Mayor y Salovey, 2000).

Todas estas definiciones evidencian la capacidad para controlar nuestras emociones y la posibilidad de entrenar nuestra inteligencia emocional. Algo que según estos investigadores tiene mayor transcendencia que el CI para el éxito debido a las constantes interacciones que se producen a lo largo de todo el desarrollo de una persona, demandando cada vez más habilidades de regulación emocional, empatía y motivación.

Sin duda, muchas personas han visto en la inteligencia emocional la llave mágica que soluciona todos los problemas que se achacan a la sociedad actual, trayendo consigo una moda emocional con multitud de programas y proyectos para mejorarla.

Fueron numerosos los autores que buscaron, a consta de este nuevo constructo, una explicación generalizada de todos los males de la sociedad actual (Extremera y Fernández-Berrocal, 2003)

Inteligencias Múltiples en el sistema educativo

Desde su publicación en el año 83 muchos especialistas en educación, y el propio Gardner, han visto en las IIMM una forma de dar respuesta a las necesidades del alumnado. Esta teoría implica otorgar la misma consideración a las ocho inteligencias, debiendo el profesor potenciar aquello en lo que el alumnado destaque y promover aprendizajes desde la inteligencia en la cual sobresalga, al igual que reforzar, si es posible, aquellas otras en las que no. Esto requiere, obviamente de una gran organización y habilidad para individualizar la enseñanza por parte del docente.

En los últimos años, el sistema educativo español ha experimentado una serie de cambios, entre los que destaca, por la relación que subyace con las IIMM, inclusión de un nuevo elemento curricular: las competencias.

La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE) incorporaba el tratamiento de las Competencias Básicas a lo largo de la educación obligatoria, un total de ocho competencias que pretendían ser una forma de integración de los objetivos, los contenidos y los criterios de evaluación.

Las Competencias Básicas no sustituyen a los elementos que actualmente se contemplan en el currículo, sino que los completan planteando un enfoque integrado e integrador de todo el currículo escolar (MEC, 2006).

Más recientemente, y en la misma dirección, la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) incorporaba las Competencias Clave, siguiendo las directrices de la Unión Europea:

1. Competencia en Comunicación Lingüística: Implica el uso de la lengua oral o escrita ya se la lengua materna o extranjera.
2. Competencia Matemática y Competencias Básicas en ciencia y Tecnología: Relacionada con aplicar los razonamientos matemáticos a la vida cotidiana.
3. Competencia Digital: Basada en el uso de las nuevas tecnologías para generar aprendizajes de forma autónoma desarrollando un espíritu crítico.
4. Aprender a Aprender: Ser capaz de autorregularse y aprender por cuenta propia.
5. Competencias Sociales y Cívicas: Implica comprender el funcionamiento de la sociedad y ser participe de ella. Desarrollar conciencia de la relevancia del ejercicio físico y el deporte como medios para fomentar un estilo de vida saludable.
6. Sentido de la Iniciativa y Espíritu Emprendedor: En referencia a la coordinación y puesta en práctica de proyectos.
7. Conciencia y Expresiones Culturales: Valorar y apreciar las distintas manifestaciones culturales tales como la música, la pintura o el arte.

El objetivo de las Competencias es promover aprendizajes, desde todas las áreas, que doten de destrezas y capacidades que el alumnado pueda trasladar a su vida cotidiana.

Observa la relación entre las Competencias Clave y las Inteligencias Múltiples mediante el siguiente cuadro

Podríamos pensar que la incorporación de las Competencias Clave funciona como una adaptación por parte del sistema educativo a esta nueva conceptualización de inteligencia, pero nada más lejos de la realidad, ya que el docente ve frenada su capacidad de acción debido a un currículo todavía muy rígido y extenso, al elevado ratio alumnado-profesor y a la inclusión de pruebas estandarizadas en tercer y sexto curso de Primaria, que siguen afianzando una conceptualización anticuada de las capacidades a evaluar del alumnado, centrándose casi en exclusiva a las competencias matemáticas y lingüísticas.

A consecuencia de este tipo de medidas, gracias a las cuales se enfatizan las mismas capacidades y competencias, los docentes se ven obligados a centrarse en contenidos relacionados con las matemáticas y la lengua, olvidando aspectos fundamentales en el alumnado que deberían estar en las escuelas como la creatividad, la música, el juego y las emociones.

Inteligencias Múltiples en el aula

En España se han llevado a cabo numerosos programas de desarrollo e investigaciones sobre la implementación de las IIMM en la escuela, demostrando su eficacia mejorando, entre otros aspectos, la convivencia (Bisquerra, 2000), la creatividad (Dolera, 2015) y el rendimiento escolar (Alvarez-Osuna, 2016).

Si bien es cierto que se han llevado a cabo un gran número de proyectos sobre IIMM en las aulas, la mayoría de ellos queda reservado para momentos aislados, como las  horas de tutoría por parte de los orientadores,  y se centran únicamente en el trabajo de la inteligencia intra e interpersonal , siendo muy difícil la implicación real de todas las inteligencias (Jiménez, 2014).

A su vez, diversos expertos han analizado las investigaciones realizadas en diferentes países, las cuales ponen de manifiesto la influencia en el ámbito escolar en factores tales como las habilidades emocionales en el ajuste psicológico, en el rendimiento académico y en la adaptación en el aula (Extremera y Fernández-Berrocal, 2003).

De estas investigaciones se desprende la importancia de trabajar la inteligencia emocional como mecanismo para prevenir conductas disruptivas, comportamientos violentos y mejorar el autoconcepto de los alumnos.

Es importante resaltar que, si bien con estos programas de mejora de la inteligencia emocional se persigue solventar los problemas que a menudo dificultan el normal discurrir de las clases, su beneficio no queda ahí, ya que el fruto del entrenamiento de esta inteligencia marcará al alumnado una vez finalice su escolarización viéndose beneficiada toda la población.

Desarrollo de la Inteligencia Emocional

A la hora de trabajar la inteligencia emocional en las aulas, hemos de comprender la amplitud de su concepto, sabiendo que, según Goleman (19995), podemos dividirla en 5 componentes: autoconocimiento, autorregulación, motivación, empatía y habilidades sociales.

• Autoconocimiento: Como su propia palabra indica consiste en conocerse a uno mismo, las propias aptitudes, preferencias, y reconocer los propios estados internos. Una buena forma de trabajarlo en las aulas es mediante un diario de emociones, en cual los alumnos deben apuntar las emociones diarias que sienten a lo largo del día y, posteriormente, analizar en clase las situaciones que las han acompañado. Será necesario repasar previamente un vocabulario básico de emociones con el alumnado para el éxito de esta técnica.
• Autorregulación: Consiste, no en conocer, sino en saber manejar nuestros propios estados internos. Para trabajar la autorregulación el profesor propondrá múltiples situaciones cotidianas problemáticas con dos posibles soluciones, una violenta y otra pacífica. El alumnado deberá plantear hipótesis sobre las consecuencias de ambas posibles decisiones.
• Motivación: Son las tendencias emocionales que solemos aplicar a las dificultades que nos encontramos, siendo fundamental para construir logros a largo plazo. Para trabajar la motivación todos los alumnos deberán escribir una cualidad única y que le diferencia del resto de cada compañero de la clase para, posteriormente, ser puestas todas en común.
• Empatía: Es la capacidad de captar sentimientos e intereses ajenos. Para trabajarla en el aula lo mejor es promover situaciones en las que el alumnado deba salir de “sus zapatos”. Un buen recurso consiste plantear hipótesis describiendo sentimientos, objetivos y quehaceres diarios de personas que ven en su día a día, como el chófer del autobús, la persona que duerme en el banco, el camarero o el celador.
• Habilidades sociales: Estas habilidades son las necesarias para conseguir las respuestas deseadas en los demás, a menudo se les acusa a los jóvenes de no tener las suficientes habilidades, pero requieren de una práctica diaria y constante y la falta de estas se debe en muchas ocasiones al trabajo individual realizado en las aulas. Una buena forma de trabajarlas es mediante las propuestas de trabajo cooperativo.

Sería adecuado que los docentes utilizaran estas estrategias más a menudo durante las clases y, al finalizar, se analizaran los posibles conflictos que hayan surgido durante el trabajo, aprovechando para analizar el contexto y proponer soluciones.

Gardner, en su opinión sobre las IIMM, destacaba que lo más importante no eran las ocho inteligencias en sí mismas, sino la forma en que, gracias a ellas, se conceptualizaba el término propio de inteligencia, entendiendo esta como un nuevo modelo de procesamiento donde cada inteligencia trabaja con cierta independencia unas de las otras.

Es, por tanto, fundamental, bajo esta teoría, que los docentes detecten las potencialidades del alumnado, de cualquiera de las inteligencias y promuevan el desarrollo de esa inteligencia en la cual destacan sus alumnos. Por ejemplo, si un profesor está trabajando el reciclaje debería enseñarlo desde todas las inteligencias, con cálculos matemáticos que expliquen su importancia, mediante juegos con una temática relacionada, apelando a las emociones que se producen, con imágenes que lo expliquen, leyendo artículos a respecto y analizando las implicaciones que tiene para el medio ambiente.

Demanda esta teoría una mayor individualización y más variedad de metodologías, todo un desafío para los docentes que ven cómo las aulas se van llenando y deben dedicar cada vez más tiempo a mantener un clima adecuado en ellas.

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