¿Para qué sirve el lenguaje? ¿Es usado de la misma forma por adultos y niños? Diversas teorías por parte de grandes autores del constructivismo como Vygotsky o Piaget han cuestionado su origen. Sin embargo, hay evidencias que justifican cómo el niño lo adquiere atravesando distintas fases evolutivas, en lo que se conoce como desarrollo funcional del lenguaje.
En dicha evolución, el niño va formalizando su lenguaje a través de las experiencias comunicativas que experimenta en su entorno más próximo. El lenguaje proporciona al ser humano una inmensa riqueza que se apropia de sí mismo logrando que el sujeto pase del gesto a la palabra, del lenguaje interno al externo, de la comprensión a la expresión y del interés a la intención comunicativa.
Ante esta compleja tarea, los maestros tienen la importante labor de favorecer en sus alumnos el lenguaje oral ofreciéndoles un modelo estimulante y correcto adecuado a sus posibilidades, intereses y motivaciones, creando un contexto lúdico de comunicación e intercambio.
Desarrollo funcional del lenguaje en Educación Infantil. #CEdRevistaDigitalDocente Share on XDESARROLLO FUNCIONAL DEL LENGUAJE EN EDUCACIÓN INFANTIL
Índice de contenidos
¿Cómo se origina el lenguaje?
El lenguaje es un fenómeno social y cultural que permite la comunicación con los demás y con nosotros mismos, permitiéndonos intercambiar información a través de un sistema de codificación. Su aprendizaje surge de manera espontánea y natural gracias a la interacción con el medio social en el que se desenvuelve el ser humano desde su nacimiento. Comprender cómo se desarrolla el lenguaje implica analizar los factores que condicionan su evolución.
¿Qué aspectos condicionan el lenguaje?
El proceso de adquisición del lenguaje supone poseer una cierta estructura biológica y un estado madurativo determinado. Podemos citar, como imprescindibles, los siguientes elementos:
- Áreas cerebrales del lenguaje: Área de Wernicke y Área de Broca, las cuales intervienen en la recepción, decodificación, elaboración y producción de mensajes.
- Sistema fono-articulatorio: Compuesto por los elementos que permiten realizar sonidos articulados.
- Vías sensoriales: Visuales, auditivas y propioceptivas, que transmiten la información al cerebro para estructurar los mensajes visuales y auditivos.
Sin embargo, más allá de los aspectos meramente biomecánicos del cuerpo humano, existen evidencias que ponen de manifiesto una estrecha relación socio-ambiental en el progreso de adquisición del lenguaje.
El niño copia los modelos de los adultos para aprender a hablar. Según Vygotsky (1995), las bases de la comunicación humana se encuentran en los contextos sociales. Este autor sostiene que el papel del lenguaje en el desarrollo humano es fundamental porque libera al organismo de la dependencia de los sucesos inmediatos del medio ambiente, permitiendo la planificación y regulación mental y la conducta voluntaria. Por tanto, el entorno social que rodea al niño le proporciona elementos lingüísticos que estimulan su comunicación.
Situaciones comunicativas en las aulas de Educación Infantil
Desarrollar el lenguaje en el aula de Educación Infantil implica atender a las situaciones en las que los niños lo emplean tanto de forma espontánea como de forma guiada. Reflexionemos sobre diversas situaciones.
- El niño como emisor
El niño emisor es una persona real y concreta que se comunica en un momento y tiempo determinado. Presenta las mismas características que cualquier emisor. Sin embargo, difiere del adulto en una expresión más limitada. El lenguaje utilizado por el niño de Educación Infantil se apoya en su entorno ya que, debido a su escasa edad, posee conocimientos menores. Este hecho pone de manifiesto la necesidad de referirse a la realidad a través de otras formas de comunicación (gestos, movimientos, señalización…).
Las experiencias comunicativas que el niño/a tiene están relacionadas con las experiencias vividas en su entorno familiar, y su contenido está condicionado por la escasez de experiencias, su posición egocéntrica y las capacidades cognitivas aún en fase de desarrollo.
Este hecho hará que los maestros/as se encuentren en el aula con alumnos que poseen distintos ritmos de aprendizaje. Por ello es preciso tener en cuenta la edad de los alumnos y qué elementos favorecen la construcción y desarrollo del lenguaje en dicho momento madurativo (léxico, semántica y morfosintaxis).
Teniendo en cuenta estos aspectos, el maestro debe prestar atención a actividades como nombrar, relacionar, categorizar, describir, narrar, contar, dialogar, recitar, dramatizar, etc.
- El niño como receptor
Como cualquier receptor, el niño/a es elegido por el emisor y esta elección configura tanto la forma como el contenido del mensaje que se le brinda. El niño presenta una serie de particularidades que hacen que el mensaje que recibido esté configurado expresamente para él, debido a su edad y a sus características en cuanto a su nivel de desarrollo.
En la comunicación adulto-niño los mensajes son adaptados, tal y como ocurre con el habla maternal y la forma que tienen las madres de comunicarse con sus hijos. tipo de habla se caracteriza por la emisión de mensajes claros y concisos, utilización del feedback correctivo, acompañamientos gestuales, un tono de voz concreto, etc. Este tipo de habla evoluciona conforme el niño va creciendo.
La figura del niño como receptor es, tal vez, la más importante, pues son capaces de comprender mucho más de lo que pueden y son capaces de expresar.
La incorporación del niño al centro educativo
El niño, una vez comienza su escolarización, pasa de ser receptor único en el ambiente familiar a oyente colectivo en el ámbito escolar. Será en este momento cuando los niños se enfrenten a varios interlocutores y tengan que emitir mensajes cada vez más elaborados, haciendo esfuerzos por entender y hacerse entender.
El maestro, por tanto, deberá permitir y originar tareas en las que los alumnos puedan dialogar como por ejemplo en las conversaciones de la mañana, durante los momentos de trabajo entre los iguales, en el patio, etc. También hay que cerciorarse de su comprensión a través de preguntas y con apoyo en materiales diversos como los cuentos. Del mismo modo, hay que propiciar que escuchen y hablen con distintos interlocutores, ya sea dentro del aula (entre igual o maestro-niño), o fuera de ella (familia-niño, adultos-niño).
En este proceso de emisión-recepción es necesario realizar actividades de escucha de canciones, retahílas, poesías, trabalenguas… que favorecen la adquisición de vocabulario, estructuración morfosintáctica, agilidad articulatoria, ritmo, entonación y una mejora a nivel expresivo y comprensivo del lenguaje.
Durante la ejercitación de estas actividades, tal y como afirma Monfort (1996), es probable que el niño cometa incorrecciones, por tanto el maestro deberá devolverle la palabra correcta y ampliada (feedback). La intención comunicativa del maestro debe ser clara en todo momento transmitiendo a los alumnos un mensaje conciso y utilizar diversos recursos y técnicas como la descripción, la narración, la instrucción, etc.
Estrategias educativas para el desarrollo del lenguaje oral
La intervención educativa en torno a la adquisición del lenguaje oral se atiene a los objetivos generales relacionados con la expresión, comprensión e intercambio de mensajes, utilización de las normas lingüísticas del entorno y la valoración de textos de tradición cultural.
La intervención del maestro requiere un conocimiento profundo de los diferentes aspectos que integran el proceso de adquisición del lenguaje puesto que su función principal es favorecer las circunstancias en las cuales se produce el mismo.
Las estrategias metodológicas más adecuadas utilizadas por el maestro para afianzar el lenguaje oral de los niños deben trabajarse en los siguientes ámbitos, para los cuales ilustramos algunos ejemplos que llevar a la práctica en el aula:
- Ámbito Fónico:
- Comprensión y emisión de sonidos:
- Escuchar e identificar onomatopeyas sobre animales, acciones, objetos, elementos naturales, etc.
- Ecos y juegos de imitación con palabras (catapún – chin pún).
- Trabajo por palabras
- Emisión de series de palabras escuchadas.
- Producción de palabras monosílabas, bisílabas, trisílabas… acompañadas de un esquema rítmico.
- Juego de las palabras encadenadas (casa, sala, lata, tapa).
- Trabajo con frases y textos.
- Repetición de fórmulas en los cuentos ampliando vocabulario (“Soplaré y soplaré y mi casa derribaré / derrumbaré / destruiré…”).
- Imitación de personajes de cuentos variando la entonación, volumen, etc.
- Memorización y narración de trabalenguas, canciones, retahílas y poemas sencillos.
- Comprensión y emisión de sonidos:
- Ámbito Léxico-semántico:
- Juegos se semejanzas y diferencias mediante la observación de láminas.
- Establecimiento de diálogos para explicar o nombrar objetos o situaciones.(situaciones que producen un efecto: calor, frio, risa…; objetos que tienen una cualidad: tamaño, la forma, color… ; acciones que se pueden realizar con el cuerpo: morder, correr, dormir…).
- Realización de listas para ampliar vocabulario (lista de la compra, ingredientes de una receta, etc.).
- Elaboración de ficheros de vocabulario temático mediante campos semánticos.
- Realización de lectura de imágenes de forma que los niños tengan que expresar oralmente todo aquello que observan en láminas.
- Ámbito Sintáctico y Pragmático-textual:
- Recitación de poesías, adivinanzas, canciones, trabalenguas.
- Descripción sobre objetos, personas o animales llevadas a cabo mediante la observación directa o indirecta.
- Narración de cuentos e historias inventadas
- Establecimiento de diálogos entre distintos interlocutores para que éstos aprendan a expresarse correctamente esforzándose por transmitir sus ideas y sentimientos de manera correcta progresivamente.
- Realización de dramatizaciones favoreciendo el uso espontáneo del lenguaje.
- Elaboración de cuentos mediante pictogramas
Consecuentemente, es tarea esencial del maestro la creación de actividades y situaciones específicas para la estimulación y el enriquecimiento de los comportamientos comunicativos dentro del contexto globalizador propio de la etapa infantil. Al mismo tiempo, esta intervención educativa ha de ajustarse mediante un proceso de observación continua a la evolución, intereses y motivaciones de cada niño.
La expresión es una necesidad que surge con la vida. Desde que nace, el niño comienza a expresarse y a comunicarse con los adultos. La comunicación es un proceso de emisión y recepción de mensajes que usa una pluralidad de códigos, para la cual es necesario que el niño sea capaz de expresar lo que siente, lo que piensa y lo que quiere, y el adulto por su parte, sea capaz de atender, entender y responder, favoreciendo la capacidad expresiva del niño.
En todas las comunidades humanas los niños aprenden a hablar y a escuchar, pues todo ser humano es capaz de ser locutor, receptor, reproductor y traductor de mensajes. Todo ello es considerado como la manifestación y el desarrollo de una facultad inherente y específica del hombre: el lenguaje.
Por tanto, favorecer el lenguaje oral es uno de los objetivos primordiales de la Educación Infantil, implicando la creación de situaciones de comunicación adaptadas a las posibilidades de cada nivel evolutivo en las que se estimule el lenguaje del niño, tanto en aspectos de comprensión como de expresión.
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El artículo Desarrollo funcional del lenguaje en Educación Infantil. Estrategias educativas para trabajar las capacidades lingüísticas forma parte del número 6 de Campus Educación Revista Digital Docente un proyecto destinado a la divulgación de publicaciones de carácter educativo que permite la difusión del conocimiento y pretende el enriquecimiento de toda la comunidad educativa.