La metodología en lectoescritura es muy variada y amplia y cada docente tiene una manera distinta de enfocarla. Hay métodos que se han utilizado, y que actualmente se siguen usando, en donde se puede constatar la ausencia de motivación por parte del alumno, anulando cualquier indicio de efectividad y llevando al aburrimiento y la falta de interés.
La motivación es un objetivo al que no debe renunciar el docente puesto que es uno de los factores que ayudan a que el proceso de aprendizaje sea eficaz y duradero.
EL APRENDIZAJE DE LA LECTOESCRITURA
Índice de contenidos
¿Qué es leer?
Según Braslavsky y Fernández (1985) leer es “comprender y recrear significados de un código escrito. Incluye la comprensión relacionada con conocimientos anteriores, análisis, razonamiento lógico, juicios sobre lo leído y un cambio positivo en el interés por la lectura recreativa e informativa, así como en los valores y actitudes personales”. Para conseguir tal interés, se hace necesario que los educadores sean conscientes de la variedad de métodos de lectoescritura existentes para poder seleccionar las mejores estrategias que brindar a sus alumnos (Noreña, 2014).
Métodos de iniciación a la lectoescritura
Existen similitud de métodos para comenzar el proceso de la lectoescritura. Unos métodos se centran en los aspectos más formales del aprendizaje (métodos sintéticos) y tratan el proceso desde las partes mínimas hacia las más complejas, partiendo de las letras, siguiendo con las sílabas y, posteriormente, culminando en las palabras para finalizar en las frases. Otros, por el contrario, son más analíticos y en ellos se parte de la totalidad de las palabras con su correspondiente significado para luego, en un camino descendente, llegar hasta la letra (Cavia, 2007).
La adquisición de la lectura y escritura es uno de los aprendizajes más importantes que deben abordarse con el alumnado que comienza el primer curso de la Educación Primaria.
Métodos sintéticos
Los métodos más usados y difundidos en la enseñanza y el aprendizaje de la lectoescritura han sido siempre los métodos sintéticos, aquellos que comienzan con las unidades menores de la lengua, desde los fonemas, pasando por las letras, las sílabas y las palabras para llegar, finalmente, a la frase. Aguado (2007) explica que el enfoque sintético para enseñar a leer y escribir se fundamenta en una premisa básica: empezar el aprendizaje por las estructuras más simples y, una vez memorizadas, fusionarlas en otras más complejas. Estos métodos sintéticos englobarían otros métodos en sí mismos, como el alfabético, el fonético y el silábico.
Métodos analíticos
En otro punto se encuentran los métodos analíticos, caracterizados por la previa presentación al alumno de unidades con significado completo. Es decir, el alumnado llega a la lectura mediante el contacto con el texto escrito como un todo completo. Consisten en que el niño encuentre desde el principio el sentido que subyace a la lectura a través del descubrimiento y el análisis.
Método Montessori
Otro método de enseñanza y aprendizaje de la lectoescritura muy extendido es el método Montessori. Este método se basa en las teorías de desarrollo evolutivo de los niños y en su trabajo autónomo, siempre contando con el respaldo y apoyo del docente. El método Montessori encarna una actitud hacia la vida y, en particular, hacia el crecimiento y desarrollo de los niños pequeños (Lawrence, 1998). Su idea principal es conseguir el desarrollo integral de todos y cada uno de los alumnos, por eso María Montessori creó materiales específicos para conseguir este objetivo, otorgando gran importancia a la manipulación y experimentación, potenciando el sentido del tacto y la vista en el diseño y tratamiento de los materiales.
El método Montessori permite que el niño experimente la alegría de aprender, el tiempo para disfrutar el proceso y asegure el desarrollo de su autoestima.
Proporciona las experiencias a través de las cuales los niños crean sus conocimientos y les prepara para las muchas experiencias que ofrece la vida (Palacio, 2013).
Mejora del proceso lecto-escritor
Como puede comprobarse, la lectoescritura puede enseñarse de muchas formas y a través de materiales diversos. En cuanto a la mejor forma de iniciar el proceso no hay un consenso claro establecido sobre la edad idónea para comenzar a leer y escribir. Todos los métodos y materiales pueden ser válidos en un momento dado y contribuir a la formación de los niños, pero en el instante de seleccionar el más adecuado es preciso tener en cuenta al alumnado, sus características y forma de aprender. Estos métodos nos pueden ayudar a trabajar el inicio de la lectoescritura, pero es preciso completarlos con actividades recreativas, lúdicas y dinámicas.
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Estrategias y propuestas
Debemos aprovechar la curiosidad, la capacidad de imaginar, el afán por manipular y la creatividad innata de los niños para implementar un método desde una perspectiva manipulativa y dinámica, utilizando diferentes materiales y mediante juegos y propuestas lúdicas como las que siguen:
- Completar cuentos.
- Inventar finales alternativos a las historias.
- Entrelazar relatos.
- Imaginar historias a través de audiciones musicales.
- Inventar trabalenguas.
- Jugar con poemas y rimas.
Hay que evitar el excesivo uso de fichas y cuadernos desfasados con los que los niños pierden la oportunidad de experimentar, investigar y manipular otros recursos didácticos mucho más interesantes.
Un buen enfoque de la enseñanza y el aprendizaje de la lectura y la escritura sería la combinación de métodos, donde se acabaría con un trabajo aislado, coyuntural, sin implicación del docente y del propio alumnado a lo largo del curso.
La lectoescritura en Infantil y Primaria
Existen algunas Comunidades Autónomas y centros educativos que han decidido adelantar el aprendizaje de la lectoescritura a la etapa de Infantil alegando que en Primaria el tiempo escasea. Sin embargo, parece haberse demostrado ya que el momento en que se inicie este aprendizaje no determina el desarrollo ni el rendimiento del alumno. Pero, lo que sí parece estar claro es que hay que acercar la lectura y la escritura a los alumnos de forma lúdica, dinámica y motivadora, pues solo así se conseguirá que puedan crear su propio aprendizaje y lo tomen como algo realmente significativo.
Los docentes deben tener claro que su objetivo primordial ha de ser guiar al alumnado para que él mismo acceda al conocimiento a través de la lectoescritura de forma lúdica y motivadora. Lo mas importante no es el resultado que se obtenga, sino el procedimiento empleado y los aprendizajes adquiridos durante cada etapa del camino.
El artículo El aprendizaje de la lectoescritura. Un arte desde el punto de vista comunicativo y lúdico forma parte del Número 3 de Campus Educación Revista Digital Docente, un proyecto destinado a la divulgación de publicaciones de carácter educativo que permite la difusión del conocimiento y pretende el enriquecimiento de toda la comunidad educativa.
